Brasil inició la construcción de su primer submarino nuclear, un ambicioso proyecto que proviene del 2008 y podría equiparar al gigante sudamericano con las potencias globales. En diálogo con Sputnik, el analista Charles Pennaforte destacó la “posición estratégica” que el país consigue “en este nuevo escenario geopolítico”.
La construcción del primer submarino nuclear brasileño permitirá le permitirá no solo mejorar el patrullaje de sus costas, sino que colocará al país en un lugar de privilegio en el mundo, destacó el experto en geopolítica Charles Pennaforte.
En diálogo con Sputnik, el analista brasileño destacó que la concreción del programa Prosub (Programa de Desarrollo de Submarinos) es “un sueño de la Marina de Brasil”, que data del primer periodo de Luiz Inacio Lula da Silva en el poder (2003-2010) y que en su momento fue fruto de “muchas negociaciones” para conseguir los fondos.
En efecto, en 2023 el hoy de nuevo presidente brasileño reactivó el Prosub, proyecto que había sido firmado en 2008 junto al Gobierno de Francia para cooperar en materia de armamento militar.
El plan, que según medios brasileños recibió este 2023 una inversión de 35.000 millones de reales (unos 6.700 millones de dólares), consiste en la fabricación de cuatro submarinos convencionales con propulsión diésel y eléctricos simultáneamente, y el primer submarino armado convencionalmente con propulsión nuclear.
La Marina brasileña realizó la ceremonia de corte de la primera chapa que será utilizada en la construcción del submarino, confeccionado por la empresa Itaguaí Construcciones Navales. “Brasil está dando un paso que va a elevar nuestra tecnología al nivel de países como Francia, EU, China, Inglaterra y Rusia”, destacó el presidente de la constructora, Renaud Poyet.
“Sin dudas que Brasil se plantea una posición estratégica mejorada dentro de este nuevo escenario geopolítico que se está dando en la actualidad”, aseguró Pennaforte en diálogo con Sputnik.
Para el experto, en los últimos meses el país lusófono ha logrado aunar esfuerzos entre “un soft power muy interesante, la política ambiental que agrega ahora y su equipamiento en aviones y submarinos” para lograr situarlo “en una mejor situación con respecto a otros países”.
De hecho, Pennaforte consideró que Brasil cuenta con mejor poderío militar que “en los años 1970 y 1980, cuando ocupaba la décima posición en el mundo en gastos militares y producción de material bélico”.
El especialista relacionó la construcción del primer submarino nuclear con la reciente decisión de comenzar a fabricar en Brasil aviones de combate de origen sueco F-39 Gripen. Al igual que en el caso del submarino nuclear, producto del acuerdo con Francia, la construcción de aviones de origen sueco implica una transferencia de tecnología que permite la especialización de técnicos y operarios brasileños.
“Tanto con los Gripen como con los submarinos Brasil pasa a tener, por lo menos, una cierta capacidad mínima de tener control tanto sobre sus pasos aéreos como su franja costera. Es realmente una buena noticia en función de la capacidad que Brasil pasa a tener para salvaguardar su litoral y sus recursos naturales”, aseveró.
El experto destacó además cómo la nación sudamericana logró mantener “una política de Estado” en materia de armamento militar que consiguiera superar los vaivenes políticos del país, “sin la necesidad de injerencia política partidaria o del espectro político”.
Esto se ha vuelto importante, consideró, tras el regreso al poder del Partido de los Trabajadores, que arropa a Lula da Silva, ya que “a la izquierda no le gustan mucho los asuntos militares”.
En ese sentido, remarcó que desde la última dictadura brasileña (1964-1985) existe en Brasil “un problema de aversión social y de ciertos segmentos políticos sobre el gasto militar” que ha mantenido encendido el debate. Sin embargo, el analista consideró que actualmente existe “un cierto consenso de que hay necesidad de incrementar” el gasto en Defensa.
Fuente:https://sputniknews.lat
Foto: Tomada de https://t.me/DiarioFuerzaGuaiqueri
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