San Salvador.- Organizaciones de los pueblos originarios y de otros sectores de la sociedad de Guatemala prosiguen este lunes por 22 días consecutivos sus movilizaciones en defensa de la democracia, contra la corrupción y los intentos de alterar la voluntad popular expresada en las elecciones de junio y agosto de este año.
“Aquí se ha unido el pueblo de Guatemala, la tierra de nuestros ancestros, de nuestros antepasados, que nos han dejado este legado, estas consignas, de seguir luchando por la democracia, por la libertad, por el estado de derecho”, afirmó uno de los líderes indígenas Basilio Puac.
Los manifestantes continúan un plantón frente a la sede del Ministerio Público (MP) a donde han llegado caravanas de pobladores de varios departamentos y la capital para exigir la renuncia de la fiscal general y jefa de esa institución, Consuelo Porras, a quien acusan operadora de los planes antidemocráticos del llamado “pacto de corruptos”.
Puac, vicepresidente de la junta directiva de las autoridades ancestrales de los 48 cantones del departamento de Totonicapán (suroeste), en un discurso en el lugar afirmó que los pueblos mayas y otros de Guatemala ya tienen entendimiento y conocimiento de lo que pasa en el país y hoy más que nunca defienden sus derechos.
Las autoridades ancestrales de los 48 cantones convocaron un paro cívico nacional el pasado 30 de septiembre poco después que fiscales del MP con los rostros cubiertos allanaran las oficinas del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y se llevaran los documentos originales con los resultados de las elecciones generales del 25 de junio.
La acción fue considerada ilegal y como parte de las maniobras desde el poder judicial para alterar los resultados de los comicios, ganados en la segunda vuelta del 20 de agosto por el sociólogo Bernardo Arévalo, una de las principales denunciantes de la corrupción histórica del estado guatemalteco.
Amplios sectores de la sociedad desarrollaron durante más de 15 días bloqueos a las carreteras, en la capital y otras ciudades, y desde mediados de la semana pasada decidieron abrir el paso para los suministros de alimentos, combustibles y otros recursos, cuya escasez afectaba a la sociedad e incluso a países vecinos como El Salvador y Honduras.
Arévalo, quien tomará posesión el 14 de enero próximo, elogió el viernes último el tremendo esfuerzo de la población que pasó días y noches a la intemperie en la lucha democrática y criticó la negativa del gobierno del presidente Alejandro Giammattei a atender las demandas populares.
El presidente de la junta directiva de los 48 cantones, Luis Pacheco, anunció ese día un cambio de estrategia en la lucha popular, la cual dijo tendrá como principal escenario la capital, a donde se trasladará la resistencia y las comunidades del interior para sumarse a las manifestaciones durante un día y luego regresar a sus lugares de origen.
“Hemos visto en las redes (sociales) que hay desinformación, en las redes andan diciendo que ya nos dimos por vencido, que ya no seguimos, eso es mentira, vamos a demostrarlo aquí en la ciudad capital, que cada vez somos más, que cada vez nos unimos”, subrayó el joven dirigente indígena.
De acuerdo con los organizadores de las manifestaciones, este lunes han llegado a la capital caravanas procedentes de los departamentos Totonicapán, Sololá (centro), Huehuetenango (noroeste) y Petén (norte).
Entre las demandas de la población se encuentra las renuncias, además de Porras, de los fiscales Cinthia Monterroso y Rafael Curruchiche, y del juez Fredy Orellana, a quienes acusan de usar el poder judicial en los planes para romper el orden constitucional de Guatemala.