Doha.- El grupo radical palestino Hamás instó a los países árabes e islámicos a expulsar a los embajadores de Israel y a detener la normalización de las relaciones con ese Estado.
“A la luz de los crímenes cometidos por la administración de ocupación y la guerra genocida que libra, llamamos a los países árabes e islámicos (…) a romper los lazos con los ocupantes, expulsar a los embajadores de los países árabes e islámicos que mantienen relaciones con ellos y poner fin a toda forma de normalización de relaciones”, dijo el movimiento en un mensaje en Telegram.
Asimismo, Hamás exhortó a intensificar el boicot a Israel por parte de todos los Estados miembros de la Liga Árabe y los miembros de la Organización para la Cooperación Islámica.
El movimiento también hizo un llamamiento a la ONU y a los países árabes y musulmanes para que “asuman su responsabilidad política y ética adoptando medidas efectivas e inmediatas para detener la agresión y la escalada de crímenes de las fuerzas de ocupación, incluidas las masacres de niños y civiles inocentes, acciones que violan todas las normas y leyes internacionales”.
Anteriormente, analistas israelíes relacionaron el reciente ataque de Hamás contra la nación hebrea con la intención del movimiento y de Irán, que supuestamente lo apoyaba, de impedir la normalización de las relaciones entre Israel y Arabia Saudí, que se ha estado llevando a cabo discretamente bajo la mediación de Estados Unidos.
En 2020, Emiratos Árabes Unidos y Baréin, vecinos de Arabia Saudí, reconocieron a Israel y normalizaron sus relaciones con él.
El 7 de octubre, Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país “está en guerra”.
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, y unos 5.800 muertos y unos 16.200 heridos en la Franja de Gaza, según los últimos datos disponibles, así como más de 200 rehenes retenidos en el enclave, según el ejército israelí.
Fuente:https://sputniknews.lat/
eitmedia.mx