Santa Cruz (Bolivia).-Bolivia puso en marcha su primera planta industrial de fertilizantes granulados en base a nitrógeno, fósforo y potasio (NPK) para garantizar la seguridad alimentaria local así como la exportación de este producto a Brasil, Colombia y Paraguay, explicó el miércoles el gerente de la estatal Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos (EBIH), Alejandro Gallardo, en entrevista con la Agencia Sputnik.
“El mercado nacional tiene, en lo que es fertilizantes NPK, una demanda de 24.000 toneladas anuales. Con esta planta, vamos a poder cubrir el 100 por ciento de la demanda nacional y los excedentes serán enfocados en el mercado externo”, afirmó Gallardo.
El ejecutivo precisó que la planta tiene una capacidad de producción de 60.000 toneladas anuales, de las diferentes formulaciones de fertilizantes NPK y urea de liberación lenta.
Esta factoría, ubicada estratégicamente en el municipio de Santiváñez, del departamento de Cochabamba (centro), fue inaugurada el 13 de octubre por el presidente Luis Arce en el contexto del plan nacional de industrialización de los hidrocarburos que impulsa su Gobierno.
La inversión para la construcción de esta planta fue de 10 millones de dólares y su construcción se llevó a cabo en un período de 403 días.
Durante la inauguración, Arce dijo que esta planta “es un paso significativo hacia la independencia de las importaciones”, reduciendo la vulnerabilidad del país a los cambios en los precios internacionales de fertilizantes, como los experimentados por conflictos globales.
“Estos fertilizantes son esenciales para una amplia variedad de cultivos, incluidos los destinados a la seguridad alimentaria, frutas, forrajes, cultivos industriales, hortalizas y pasturas, entre otros”, detalló el gerente de la compañía estatal boliviana.
Gallardo subrayó que el nitrógeno, fósforo y potasio son tres macronutrientes principales que los suelos requieren para aumentar la productividad y garantizar la producción de alimentos.
“Por ejemplo, en condiciones no fertilizadas, el maíz puede producir tres toneladas por hectárea. Con fertilización adecuada, este rendimiento puede aumentar en un 60 por ciento. De manera similar, el banano, sin fertilización, produce 18 toneladas por hectárea, pero con fertilización supera las 30 toneladas, lo que representa un aumento del 66 por ciento en la productividad”, explicó.
En cuanto los mercados externos para fertilizantes, Gallardo enfatizó que los países como Brasil, que importa 1,7 millones de toneladas anuales de fertilizantes NPK, y Paraguay, con importaciones anuales de 360.000 toneladas, representan compradores potenciales.
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