Buenos Aires.- El embajador brasileño en Argentina, Julio Glinternick Bitelli, criticó este viernes la represión policial en la ciudad de Río de Janeiro contra los aficionados del club de fútbol argentino Boca Juniors, que fueron emboscados por ultras del club Fluminense en la antesala de la final de la Copa Libertadores, que disputarán este sábado.
“Son profundamente lamentables las escenas de violencia ocurridas en los últimos días, en Río de Janeiro, que esperamos no vuelvan a repetirse”, expresó este viernes el diplomático en las redes sociales.
🚨 REPRESIÓN CONTRA LOS HINCHAS DE BOCA, OTRA VEZ
— Planeta Boca Juniors (@PlanetaBoca) November 3, 2023
Varios fanáticos se encontraban disfrutando en el puesto 4 de la playa de Copacabana, hasta que apareció la policía de Brasil a reprimirlos porque se acercaban los barras de Fluminense.pic.twitter.com/GfPZUPQmRX
Tras señalar que las autoridades de Argentina y Brasil están “en permanente coordinación”, el embajador advirtió a los seguidores de Boca que “cantos y manifestaciones racistas o xenófobas son pasibles de prisión” en el país vecino.
El representante diplomático también sostuvo que “hay diferencias culturales cuanto al nivel de provocación hacia la hinchada rival considerando admisible en uno y otro país”.
“La final de la Copa Conmebol Libertadores entre Fluminense y Boca Juniors debe ser una fiesta, no una batalla”, enfatizó Glinternick Bitelli.
Por su parte, el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, cuestionó con dureza la represión que sufrieron los aficionados argentinos en las playas de la ciudad costera.
“Nada justifica una represión tan brutal como la que se vio en Copacabana, donde incluso había niños”, reprochó Scioli en las redes sociales.
El funcionario salió en defensa de los hinchas de Boca Juniors al afirmar que “no estaban haciendo ningún desmadre, estaban con su camiseta y su bandera palpitando las horas previas”.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), organizador del torneo internacional, también rechazó el jueves “los actos de violencia y racismo que se puedan producir en el marco de esta final”.
Los disturbios se registraron el jueves por la tarde y por la noche en las playas de Copacabana, cuando un grupo de ultras del club Fluminense ingresó a una zona de la playa Copacabana donde se encontraba una agrupación de simpatizantes xeneizes, como se conoce a los seguidores de Boca Juniors.
Intervino entonces la Policía Militarizada de Río de Janeiro, que reprimió con gas pimienta y gases lacrimógenos a decenas de argentinos y detuvo a dos aficionados de Boca Juniors, que después fueron liberados.
La final de la Copa Libertadores, que disputan Boca Juniors y Fluminense, se celebra este sábado a las 17:00 hora local (20:00 GMT) en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Fuente:https://sputniknews.lat
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