Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que su país planteará a EU y a China evitar un retorno a la Guerra Fría de la segunda mitad del siglo XX, destinar fondos contra la pobreza extrema y decretar una moratoria de armas, en el foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) que se celebrará la próxima semana.
“En vez de regresar a la Guerra Fría, a las tensiones, en vez de destinar tanto presupuesto a lo bélico, al armamentismo, las grandes potencias, en este caso China y EU, deberían ponerse de acuerdo, destinar fondos para apoyar a mil millones de seres humanos que sobreviven con menos de un dólar diario”, dijo el gobernante en conferencia de prensa.
El mandatario mexicano se encontrará con el presidente anfitrión, Joe Biden, donde además sostendrá una reunión bilateral después de la Cumbre de la APEC, que se realizará del 15 al 17 de noviembre en la ciudad estadounidense de San Francisco, California (suroeste).
Washington y Pekín deberían “ponerse de acuerdo y declarar una moratoria bélica, un gran acuerdo por la paz”, agregó el gobernante.
DIPLOMACIA Y PAZ
El mandatario propuso que los gobiernos de las dos mayores economías mundiales que integran ese foro pongan en marcha la vía diplomática para encarar conflictos como el que se desarrolla en Medio Oriente.
“Hay que tener amistad con todos los pueblos, no pelearnos, pero la situación del mundo amerita que, en este caso (Medio Oriente), China y EEUU encabecen una iniciativa en contra de la pobreza de los pueblos, destinando fondos suficientes y con una reducción significativa al gasto armamentista”, prosiguió.
La APEC cuenta con 21 miembros: Australia, Brunei, Canadá, Corea, Chile, China, EU, Filipinas, Hong Kong, Indonesia, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia y Vietnam.
Acerca del conflicto entre Israel y la organización palestina Hamás en la Franja de Gaza lamentó que “Lo que está sucediendo es muy doloroso, muy inhumano, es el predominio de lo irracional”.
El mandatario reafirmó su postura pacifista y de neutralidad.
“Estoy por la paz y que cese el fuego. Qué culpa tienen los ciudadanos inocentes de padecer de esta guerra, una cosas son los gobiernos, los líderes de los movimientos y otra cosa son los pueblos”, reafirmó.
López Obrador sostiene que los actores internacionales deben de hacer a un lado las diferencias políticas e ideológicas.
“Se debe pensar en la gente, es lo que debe hacerse en esta lamentable guerra o como se le quiera llamar, pero van más de 10.000 muertos, muchos niños”, deploró.
Un acuerdo debe conducir a poner fin al conflicto bélico, insistió sin abundar en la compleja historia del conflicto entre israelíes y palestinos.
“¿No podemos ponernos de acuerdo? ¿Para qué es la política?, entre otras cosas -preguntó: para evitar la guerra”, se respondió López Obrador.
Acerca de los ataques del 7 de octubre lanzados por Hamás y las represalias posteriores de Israel, insistió: “como país no participamos, optamos por el principio constitucional de solución pacífica de las controversias”
Finalmente reafirmó que la Organización de las Naciones Unidas debe convocar a una Asamblea General de los países miembros para abordar el conflicto.
El pasado 7 de octubre, Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país “está en guerra”.
En respuesta, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos y el 28 de octubre Netanyahu anunció que las tropas israelíes entraron en Gaza y procedieron a la segunda fase de la guerra para destruir la infraestructura de Hamás y recuperar a los rehenes.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin provisiones básicas, si bien el día 16 reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan cientos de miles de civiles.
Numerosos países llamaron a Israel y Hamás a detener las hostilidades y negociar un alto el fuego, así como también se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Las hostilidades también han causado hasta la fecha más de 1.400 muertos y casi 5.500 heridos en Israel, según los últimos datos disponibles.