viernes, 22 noviembre 2024
21.4 C
Monterrey

El ministro Arturo Zaldívar “será un puente” entre el poder judicial y el Gobierno de México

Últimas Noticias

La llegada del ministro Arturo Zaldívar, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mexicana, al equipo de la virtual candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, podría crear un puente entre los poderes ejecutivo y judicial, estima en entrevista para Sputnik el experto en temas políticos Hugo Sánchez Gudiño.

El 7 de noviembre, quien ostentó la titularidad de la Corte mexicana anunció su dimisión al máximo tribunal, argumentando que las “aportaciones que puedo realizar desde esta posición en la consolidación de un mejor país se han vuelto marginales”, como expone la carta que envió al presidente Andrés Manuel López Obrador para comunicar su determinación.

En ella, el también doctor en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó que, con el fin de aportar aún más al Estado mexicano, se sumaría a las tareas que, desde que inició el mandato del hoy presidente, han sido impulsadas desde Palacio Nacional —sede del ejecutivo federal en la nación mexicana, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México—.

Horas después de la publicación de la misiva, se confirmó hacia dónde destinaría sus labores: formando parte del equipo de la coordinadora nacional de los comités de la defensa de la cuarta transformación del partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Sheinbaum, quien podría contender en las elecciones presidenciales de México en 2024 como abanderada de la fuerza guinda.

Y aunque el anuncio ha causado controversia, esto puede ser benéfico para el siguiente sexenio, que, de acuerdo con las encuestas, es muy probable que lo encabece la exjefa de gobierno de la Ciudad de México, posibilidad que se definirá en las urnas el 2 de junio del próximo año.

“Esta incorporación garantizaría una mayor armonía, ya que, en este momento, los poderes ejecutivo y judicial están enfrentados. Es muy probable que Zaldívar, en el nuevo Gobierno, se convierta en un puente que garantizará comunicación, armonía y un mayor diálogo entre ambos poderes”, vaticina Sánchez Gudiño.

Con ello, también existiría un balance entre las propuestas presentadas por el mandatario mexicano y la Suprema Corte. “La batalla permanente entre ambos se acabaría o, al menos, disminuiría, ya que el ministro conoce bien las entrañas del poder judicial”, agrega el especialista.

La renuncia de Zaldívar al máximo tribunal del país es la segunda presentada durante el actual Gobierno federal, que comenzó en diciembre de 2018. Esto porque el año siguiente el entonces también ministro Eduardo Medina Mora dimitió a la Suprema Corte.

Los detalles de la controversia

La renuncia de Zaldívar como ministro, quien encabezó la Suprema Corte mexicana entre 2019 y 2022, sorprendió al país latinoamericano debido a que solo le faltaban algunos meses para dejar su cargo.

En entrevista para Sputnik, el abogado constitucionalista Francisco Burgoa señala que con este movimiento se hizo más evidente la proximidad del ministro con el mandatario mexicano.

“Ya había indicios de que el ministro Arturo Zaldívar tenía una cercanía con el presidente de México y hacia su movimiento. Se observó durante su presidencia en la Corte, donde provocaba la ralentización en la resolución de distintos asuntos, los que tenían que ver precisamente con el análisis de la constitucionalidad de temas provenientes” del jefe de Estado, indica.

Pero esto cambió con el tiempo. Ahora “vemos a un Zaldívar que anteriormente era un ministro que defendía en todo momento la constitución y los derechos humanos con muy buenos proyectos de resolución, pero esa figura se fue diluyendo, particularmente en lo que va del sexenio actual. Hoy tenemos a [un personaje] politizado y ya lo vamos a ver en esta faceta”, destaca el también profesor de derecho constitucional de la Facultad de Derecho de la UNAM.

La polémica se incrementa cuando se toma en cuenta la carta magna mexicana, que en su artículo 98 estipula que un integrante de la Suprema Corte de Justicia solo puede renunciar por “causas graves”.

Esta intención, además, debe ser avalada por el ejecutivo y por la cámara alta del legislativo mexicano. En este caso, los expertos coinciden en que las razones de Zaldívar no entrarían en este concepto de gravedad.

No obstante, el 8 de octubre el mandatario mexicano respaldó al popular ministro, al argumentar que las razones del litigante eran válidas porque, según él, ello depende de las interpretaciones del marco constitucional, por lo que aceptó su dimisión y la turnó al Senado.

El lado positivo del ministro

Para Sánchez Gudiño, doctor en ciencia política por la UNAM, hay varios rasgos positivos que pueden ayudar a Zaldívar en esta nueva etapa de su carrera, más allá de que conoce las raíces de la Suprema Corte mexicana.

“Es un ministro que llegó con propuestas muy innovadoras a la SCJN y, aunque es propuesto por el presidente Felipe Calderón (2006-2012), mostró un modelo de justicia sumamente [vanguardista]”, expone.

Entre las acciones en las que destacó el litigante figuran el impulsar el castigo para los responsables del incendio en la guardería ABC, ocurrido en 2009, y señalar que en esa época existió una “operación de Estado” para proteger a la familia de la política Margarita Zavala, esposa de Calderón, ya que estaba vinculada con el sitio en que murieron 49 niños.

Otro ejemplo es el dictamen en la causa de la ciudadana francesa Florence Cassez, quien estuvo encarcelada en México durante casi una década bajo acusaciones de pertenecer a una banda de secuestradores y que, tras el impulso de Zaldívar en la Corte, que determinó diversas inconsistencias en el proceso penal, fue liberada.

Hacia el futuro, el también docente de la UNAM estima que Zaldívar será la pieza fundamental para impulsar la reforma judicial que busca López Obrador, en la que se incluye la elección de los integrantes de la Suprema Corte por el voto popular.

“Seguramente en el próximo Gobierno, que podría ser de la cuarta transformación, la incorporación del ministro (…) será uno de los elementos claves para que la reforma se lleve a cabo y, ya una vez que se confirme quién queda en la presidencia, se echaría a andar la iniciativa”, pondera.

¿Hacia dónde se dirige Zaldívar?

En poco más de 24 horas, el aún ministro de la Suprema Corte de Justicia mexicana ya se ha mostrado aún más enfocado en el ámbito político, que está en efervescencia rumbo a las elecciones presidenciales de 2024. No obstante, si bien es claro que estará en el equipo de Sheinbaum, aún no se sabe qué pasará concretamente con él tras los comicios.

Burgoa hace énfasis en que, al menos por dos años y esto si el Senado mexicano aprueba su renuncia, Zaldívar no puede ejercer ningún cargo de elección popular, tampoco ser secretario de Estado o fiscal general de la República, que dependen de la designación presidencial.

Sin embargo, no descarta que busque ser consejero jurídico de la presidencia en el siguiente sexenio o que, en caso de que renuncie Alejandro Gertz Manero a la Fiscalía General de la República (FGR), sea el encargado de despacho, un modo de interinato.

Sánchez Gudiño coincide con esta postura y agrega que también el ministro de la Corte mexicana podría en el futuro contender por algún puesto legislativo.

Mientras tanto, la maestra en derecho por la UNAM Sonia Juárez Moreno, quien también es docente en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón de la UNAM, estima que el jurista podría seguir los pasos de la exministra presidenta de la SCJN Olga Sánchez Cordero.

Tras dejar su puesto, esta política mexicana encabezó la Secretaría de Gobernación del gabinete de López Obrador y la mesa directiva del Senado. “No veo en este momento otro puesto para él porque se conjuntan dos ámbitos: sus aspiraciones personales y la trayectoria (…). No se renuncia a la Suprema Corte para tener un cargo menor”, dice.

Fuente:https://sputniknews.lat

© Foto : X / @SCJN

eitmedia.mx