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Por: Gerson Gómez

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Ponche de ácido lisérgico

Honrar a la palabra. Darse la mano. El trato es obligación moral. Nos encontramos de amigos en la librería del centro. Curiosos de las novedades. Los temas comunes. Cercanos al periodismo y la literatura.

Su posición central, ecuánime. Si se lo hubiera propuesto, aparecer en boleta electoral para gobernador, en los últimos veinte años, resultaría ganador y sin judicializar ninguna casilla.

Hablamos en varias ocasiones. Por horas tan largas, como minutos. Sus asistentes debían recordarle la entrada al aire del telediario.

Lector implacable, nos sorprendieron sobre Tom Wolf y su libro sobre nuevo periodismo. Esta agotado, le mencioné.

Tengo uno, respondió. Te lo voy a enviar.

Nos envió un correo. Se disculpaba apenado. No lo encontró por ningún lado. De su biblioteca personal si halló otro título del mismo autor. Sus crónicas de Ponche de Ácido Lisérgico. Aún más difíciles de encontrar.

No era premio de consolación, sino oro puro. En recepción la asistente personal, con nota de puño y letra de su agradecimiento al conversatorio clarificante.

Tom Wolf trazó todo un mapeo de nuevos periodistas norteamericanos. Seleccionó sus trabajos antologados. Lo hizo de manera exhaustiva. Pulcra y sensata.

Arquitecto de profesión, Jesús Héctor Benavides Fernández, vecino del barrio El Mediterráneo, en el centro de Monterrey ha muerto.

El Arqui, como lo conocemos en el noreste, representa toda una escuela de periodistas.

Formado empírico en el oficio más antiguo del mundo, nos mostraba una postal enorme al también editor texano de adopción, Raúl Caballero García, vecino del barrio de mitras centro, avecindado en Dallas.

Era un joven reportero en una rueda de prensa. En la mesa estaban Paul, John, Ringo y George. El micrófono a la altura de Paul, mientras John los observaba. Ese era el arquitecto Benavides.

Raúl y Héctor estaban emocionados con la historia muchos años después. El Arqui, cuando ya abandonábamos redacción le envió la foto. Estaba firmada en el reverso. De su oficina al estudio personal. Una reliquia en manos de otro periodista.

De ese tamaño su ejemplo.