Recientemente, el empresario estadounidense Elon Musk ha mostrado un particular interés en México y esto no pasa desapercibido para nadie. Sin embargo, hay diversos factores detrás de esto que involucran desde la localización hasta las legislaciones, afirman personas expertas en entrevista para Sputnik.
Entre los proyectos de Musk para México están la instalación de una planta de la automotora de modelos eléctricos Tesla al norte del país y la colaboración de la empresa Starlink para brindar internet gratuito en todo el territorio del país latinoamericano.
Para la doctora en ciencias sociales con orientación en administración pública Alicia Islas, uno de los factores esenciales por los que el dueño de la red social X mira hacia México es su cercanía geográfica y comercial con Estados Unidos y Canadá.
En el caso de Tesla, “pensemos que dentro de la industria automotriz hay productos que pasan varias ocasiones por la frontera y, al estar cerca de EEUU y Canadá, sumado a los acuerdos comerciales entre los países, facilita y optimiza su producción, además de que los costos son rentables o atractivos”, asegura.
Sumado a ello, la popularidad del empresario a nivel mundial es un aliciente para que los gobiernos mexicanos, tanto locales como federal, estén abiertos a sus propuestas.
En ese sentido, el economista y profesor de la UNAM Raúl Ignacio Morales Chávez apunta que, con su presencia en México, el también dueño de SpaceX busca mano de obra a un menor costo, materias primas y ampliar su mercado.
Una muestra es su compañía de internet. “Indudablemente, él está lanzando su empresa aquí porque en EEUU los mercados en la materia están demasiado peleados, restringidos. En cambio, si lo lanza en México tiene quién compre, desarrolle y le pueda abrir las puertas”, asevera.
Esto es impulsado por aspecto como los estímulos fiscales que otorga el Gobierno mexicano y que, a la fecha, están centrados principalmente en aumentar el nearshoring en el país, es decir, una reducción de las cadenas de suministro.
A detalle, los proyectos del magnate en México
Este 2023, el empresario que rediseñó la identidad de la red social Twitter ha aparecido en la agenda inversionista de México repetidas veces. El primer acontecimiento fue en febrero, cuando el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que una planta de la compañía Tesla se instalaría en Nuevo León, en el norte de la nación latinoamericana y en frontera con Texas
Este evento fue celebrado por el gobernador de la entidad, Samuel García, quien escribió en X, antes Twitter, lo siguiente: “El hombre más rico del planeta confió en Nuevo León, México, para su nueva gigafactoría y su vehículo de nueva generación. El futuro es brillante. Gracias, Elon Musk”.
Sin embargo, han pasado nueve meses y aún no hay resultados tangibles de esa maniobra. Recientemente, el presidente ejecutivo de la firma señaló que los planes para instalar una planta en el territorio mexicano podrían cambiar dado los altos niveles inflacionarios.
Pero eso no es el fin de Musk en México. Hay un proyecto en el que colabora desde hace un par de años y en el que hasta este mes se dio a conocer su participación. Su compañía Starlink, que ya tiene presencia en diversas naciones latinoamericanas, está dentro del proyecto Internet para Todos, con el que el Gobierno mexicano brinda este servicio de manera gratuita con miras a una cobertura integral.
El 15 de noviembre, el coordinador de la Estrategia Digital Nacional, Carlos Emiliano Calderón Mercado, expuso en conferencia de prensa los detalles sobre el vínculo de la firma con el proyecto de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mexicana —la empresa pública a cargo del suministro energético—, que durará hasta diciembre de 2026.
El producto que brinda la firma de Musk está relacionado con la conexión satelital y se trata de un servicio de órbita baja, la cual ayuda a que no exista retraso en la señal y que sea más rápida.
La participación de Starlink se divide en dos partes, que se adjudicaron en una licitación pública y abierta. La primera es en internet gratuito. De acuerdo con el funcionario mexicano, el importe que la Administración federal debe pagar a quien resulte beneficiario es de mínimo 778 millones de pesos (cerca de 44,7 millones de dólares) y un máximo de 1.556 millones de pesos (unos 89.4 millones de dólares).
El segundo proyecto perfila la conectividad de torres celulares. El importe mínimo que el Gobierno mexicano debe liquidar es de 887,5 millones de pesos (alrededor de 50,67 millones de dólares) y un máximo de hasta 1.775 millones de pesos (unos 101,33 millones de dólares).
Lo bueno y lo malo
Para que los proyectos de Musk puedan tener un efecto positivo, deben ir de la mano con diversos ajustes, subraya Islas, quien también es docente en la UNAM.
“Se requieren términos claros y, en ese sentido, deberíamos echar mano de una revisión más profunda de nuestros marcos institucionales y nuestras normativas, para ver si realmente sus inversiones favorecen o impactarán a mediano y largo plazo”, señala.
En entrevista para Sputnik, el doctor en economía César Salazar asevera que el empresario, al menos en el caso de Starlink, está proveyendo de un servicio que se requería y cuyo permiso lo obtuvo a través de una licitación.
“No veo que venga a adueñarse de algo. Al menos en lo que se sabe y he leído, a final de cuentas fue un concurso internacional. Hay una empresa que es capaz de resolver el problema que se tiene, cuenta con las condiciones técnicas y lo obtiene. A final de cuentas, las compañías buscan estas oportunidades de inversión”, expone.
En el aspecto negativo, Morales Chávez identifica la posibilidad de una explotación desmedida de recursos naturales, contaminación del entorno y que pocas personas puedan acceder a un puesto laboral en las compañías debido a la especialización requerida.
Un ejemplo de críticas fue cuando Tesla anunció la posible instalación de la planta en Nuevo León, estado conocido por su escasez de agua.
“Es importante recordar que el año pasado, la población de Nuevo León sufrió por la escasez del agua durante varios meses; solamente se surtía por tandas en la madrugada. Sin embargo, la industria continuaba en producción. No estamos pensando en que vaya a traer solo más problemas, sino que ya hay un problema”, comentó en una entrevista previa con Sputnik la directora de Cambio Sistémico de la organización Cántaro Azul, Mónica Olvera.
Además, aunque las inversiones parecen positivas, solo lo serían en el corto plazo. “En el medio, ellos también tienden a llevarse sus ganancias. Primero entrará dinero, pero la salida será constante y esto tendrá impacto en la balanza de pago, en cuanto a la salida de utilidad”, ahonda el docente Morales Chávez.
Sin embargo, los especialistas estiman que, dado que está muy cerca el cambio de presidencia en México, los planes que tenga el empresario deberán esperar hasta observar qué directrices conservará o modificará la persona que sustituya a López Obrador en el cargo.
Musk y otros inversionistas “tendrán que llegar a una negociación porque, por supuesto, hay fobias en algún sentido (…). Pero, si se concretan proyectos como el de Tesla, sentarse a dialogar con quien llegue [a Palacio Nacional, sede del ejecutivo] será vital. Además, puede darse la posibilidad de más inversiones, todo depende de las áreas gubernamentales donde se solicite”, concluye Salazar.
Fuente:https://sputniknews.lat
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