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Empresas privadas en Cuba, “una alternativa de oferta y empleo” en medio del bloqueo de EU

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Cuba hoy precisa de la conjugación de la inversión extranjera, el desarrollo local con el impulso de los nuevos actores económicos y la exportación mediante alianzas públicas y privadas, todo ello amparado en una política más flexible, atractiva y clara que permita la entrada de capital foráneo, aseguró a Sputnik la economista Carola Salas Couce.

Así lo refirió la también directora del Centro de Investigaciones de la Economía Internacional de la Universidad de La Habana, durante el XIV Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, que tuvo lugar en la capital cubana, entre el 14 y el 17 de noviembre.

“En un contexto tan adverso de restricciones internacionales al financiamiento, el altísimo riesgo que como país lamentablemente exhibimos frente a potenciales inversores y la escasa credibilidad financiera, el atenuante puede ser el diseño de políticas adecuadas, oportunas, descentralizadas y con incentivos para el manejo dinámico de los actores”, argumentó Salas.

Por su parte, el director ejecutivo de la Red Latinoamericana de Cooperativas, el dominicano Tomás Beltré Jiménez, reconoció a Sputnik que la constitución de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) contribuyen, de alguna manera, al desarrollo y a la adquisición de bienes y servicios.

¿Qué papel ocupa el sector no estatal?

Las primeras 35 mipymes cubanas —32 privadas y tres estatales— fueron autorizadas por el Gobierno cubano el 29 de septiembre de 2021, como parte del “perfeccionamiento del modelo económico” del país.

El proceso previo a la autorización de las mipymes como nuevos actores económicos aconteció una década antes, cuando el país aprobó la posibilidad de constituir este tipo de asociaciones, explicó a Sputnik el exministro de Finanzas y Precios de Cuba, José Luis Rodríguez.

Ello partió de la necesidad objetiva de “dar un tratamiento al sector no estatal dentro de la economía socialista“, refirió el también asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.

Luego, en 2016, la Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista —documento que recoge los lineamientos oficiales en política económica y social de la mayor de las Antillas—, reconocía que la economía de la isla tenía en cuenta el funcionamiento del mercado.

El Modelo establecía, además, la existencia de pequeños negocios realizados en lo fundamental por el trabajador y su familia y de empresas privadas de mediana, pequeña y micro escalas, según el volumen de la actividad y cantidad de trabajadores, reconocidas como personas jurídicas.

“Hoy hablamos de una cifra superior a las 9.000 mipymes en el país. La pandemia provocó, en 2021, la caída del PIB nacional en casi un 11%. Ese mismo año se determina la apertura del sector como una alternativa de oferta y empleo. El tema de cómo regular la propiedad no estatal es aún un tema complejo y no está completamente perfilado”, aseguró Rodríguez.

El experto aseveró que estos actores económicos reflejan, lógicamente, la búsqueda de la recuperación del capital invertido y la obtención de un determinado nivel de ganancias; de ahí que ellos realicen operaciones comerciales como una forma rápida de lograr esos objetivos.

Por ende, en la actualidad, las mipymes “ocupan un espacio donde el Estado no ha podido incidir de la misma manera como la esfera de la gastronomía y los pequeños talleres de reparación, y por tanto, las colocan en un escenario predominante”, añadió el también ministro de Economía y Planificación entre 1995 y 2009.

Sumado a esto, las mipymes, a diferencia de las empresas estatales que deben buscar por vías más “complejas” el financiamiento o la tecnología, se nutren en primer lugar de las remesas.

“Históricamente los estudios señalan que alrededor de 50% de esos envíos corresponde al capital de trabajo del sector no estatal y el otro es fondo de consumo”, indicó Rodríguez.

Esto les permite una mayor flexibilidad a la hora de emprender un negocio, aseguró el experto, pues no enfrentan, entre otras cuestiones, algunas de las limitaciones asociadas al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos en procesos como la solicitud de un crédito externo para la adquisición de insumos y materias primas.

Actores privados: ¿una alternativa?

Las mipymes y cooperativas concentran el 35% de los empleados en la isla, indicó Rodríguez.

A partir de su condición de proveedores de servicios y determinados suministros —en rubros en los que el Estado no tiene interés por la concentración en otras esferas claves que mueven la economía o no ha podido competir con esos actores—, emergen determinadas contradicciones, entre ellas, el establecimiento de los precios.

Ese proceso está signado por la inflación, de la cual no son responsables estas estructuras privadas, ya que el fenómeno tiene causas como la caída de la oferta, especialmente desde 2021, y los desequilibrios internos entre oferta y demanda, aclaró Rodríguez.

“Al público en general le interesan las propuestas de las mipymes, pues ellas cubren un determinado espacio, pero aún es alto el precio con el cual comercializan sus producciones. Asimismo, se ven envueltas en este proceso inflacionario respecto a dónde obtienen sus fondos, pues no todo llega mediante las remesas”, puntualizó el analista.

En este sentido, existe un mercado informal para la compra y venta de divisas en la nación caribeña y, por ende, la poca circulación de monedas extranjeras, sobre todo, dólares y euros, determina el alza vertiginosa de las mismas, como ya ha ocurrido.

Carlos Miguel Pérez, presidente y fundador de Dofleini Software, indicó a Sputnik que ese emprendimiento fue incubado en el Parque Científico-Tecnológico de La Habana, dedicado a los servicios de desarrollo de productos para la transformación digital y con exportaciones a países como Canadá, España y el Reino Unido.

“Las mipymes somos muy nuevas dentro de la economía cubana y, por eso, tenemos determinados vacíos legales. Entre los desafíos más significativos está el acceso al mercado cambiario para el cierre de los ciclos productivos y la necesidad del aumento de la internacionalización, lo cual conlleva determinadas reformas a conceptos como la exportación directa”, expresó Pérez.

Además, subrayó, entre los retos para las mipymes, está la adquisición de la divisa una vez realizada la actividad comercial y el pago directo a proveedores internacionales desde una cuenta bancaria, proceso muchas veces obstaculizado como consecuencia del bloqueo impuesto por EEUU.

Asimismo, estas empresas “deben ser capaces de sobrevivir en un entorno bastante complejo“, especialmente, para las más nuevas y dependientes de la importación de materias primas. En contraste, las más beneficiadas, a juicio de Pérez, son aquellas que realizan producción de software o servicios profesionales.

“En Cuba siempre hemos tenido problemas de oferta, pero desde la ‘tormenta perfecta’, como yo le llamo, se complejizó más este escenario”. El emprendedor se refiere con ello a la confluencia de las 240 sanciones contra La Habana aplicadas por el Gobierno de Donald de Trump (2017-2021), la pandemia de COVID-19, la inclusión de la isla en la lista de supuestos países promotores del terrorismo y el descenso del turismo.

En medio de esa “tormenta”, consideró Pérez, las mipymes vinieron “al rescate” de determinado sector minorista: importan mediante la inversión de familiares y amigos radicados en el exterior, préstamos personales u otros mecanismos, y colocan esos insumos en el mercado interno. Aunque, lamentablemente, “ello también ha llevado al aumento de los precios y la inflación”.

Pérez, único diputado del sector privado en la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), refirió que esa responsabilidad parlamentaria le permite “brindar información, perspectivas, aporte de ideas y soluciones e identificación de problemáticas”.

A su juicio, aún existen muchos estigmas, subjetividades y desconocimiento respecto a los actores del sector no estatal. Por ello, aseguró, desde el parlamento puede “aportar una visión más clara y objetiva, y contribuir a la ejecución de mejores leyes y propuestas”.

Fuente:https://sputniknews.lat

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