La sandía se convirtió en un importante símbolo del movimiento palestino, especialmente destacado durante la escalada del conflicto entre Israel y Gaza. Sin embargo, no es en absoluto un fenómeno nuevo.
La sandía se utiliza como símbolo palestino desde 1967, cuando Israel tomó el control de Cisjordania y la Franja de Gaza. En aquel momento, las autoridades judías prohibieron la bandera palestina en estos territorios, tipificando como delito su exhibición pública. Para eludir la restricción, los palestinos empezaron a utilizar sandías, porque este fruto cortado contiene todos los colores de la bandera palestina: rojo, negro, blanco y verde.
Israel levantó la prohibición de utilizar la bandera palestina en 1993 como parte de los Acuerdos de Oslo, y la bandera se convirtió en el símbolo de la Autoridad Palestina, a la que se entregó el control de la Franja de Gaza y Cisjordania.
“En la Franja de Gaza, donde en su día se detuvo a jóvenes por llevar sandías cortadas —mostrando así los colores rojo, negro y verde de Palestina—, los soldados observan de brazos cruzados una procesión que desfila bajo la bandera prohibida”, señaló John Kiefner, periodista del New York Times, tras la firma de los acuerdos de Oslo.
Tras estos acontecimientos, artistas de todo el mundo siguieron creando objetos de sandía en apoyo de los palestinos. Una de las obras más famosas es la de Khaled Hourani. En 2007, pintó una rodaja del fruto para un libro titulado Atlas subjetivo de Palestina. La imagen, llamada La historia de la sandía, recorrió el mundo y se hizo muy conocida durante el conflicto entre Israel y Hamás.
Otro hecho por el que el fruto es el símbolo de Palestina, es que el país era mundialmente famoso por cultivar suculentas sandías. No obstante, durante la Nakba de 1948, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) empezaron a ocupar los barrios palestinos, las autoridades judías trajeron sus propias empresas de semillas e inundaron el mercado, expulsando a los palestinos de la competencia.
El símbolo de la sandía en la actualidad
En enero de 2023, el ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, ordenó a la Policía retirar las banderas palestinas de los lugares públicos, afirmando que ondear esas banderas era un acto de apoyo al terrorismo.
En respuesta, volvieron a aparecer imágenes de sandías en las marchas de la oposición israelí. La legislación judía no considera prohibidas las banderas palestinas, pero la Policía y los soldados están autorizados a retirarlas cuando existe una amenaza para el orden público.
Desde el 7 de octubre, las imágenes de sandías han vuelto a ser parte integrante de las protestas en apoyo de los palestinos en todo el mundo, así como un símbolo de la lucha por los derechos de los habitantes de la Franja de Gaza.
El emoji de la sandía también tiene un propósito particular para los usuarios de las redes sociales, ya que los partidarios de la causa palestina recurren a palabras en clave, símbolos y grafías especiales, argumentando que son necesarios para evitar que sus publicaciones sean suprimidas por las empresas tecnológicas.
Shumirun Nessa comediante británica de origen musulmán, creó filtros de sandía en TikTok y animó a sus suscriptores a superponerlos en sus vídeos, prometiendo donar los beneficios a organizaciones benéficas que ayudan a Gaza.
En Europa, la bandera palestina también se ha visto envuelta en un intenso debate. En Berlín, se dieron permiso a las escuelas para que prohíban mapas de Israel con los colores de la bandera palestina, mientras que en el Reino Unido, en pasado octubre, el entonces ministro del Interior sugirió que exhibir la bandera en manifestaciones podría constituir un delito penal, aunque la Policía aclaró que “ondear la bandera palestina, no constituye, por sí sola, un delito penal.”
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro del Estado judío, Benjamín Netanyahu, declaró que el país “está en guerra”. En respuesta, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos y el 28 de octubre Netanyahu anunció que las tropas israelíes entraron en Gaza y procedieron a la segunda fase de la guerra para destruir la infraestructura de Hamás y recuperar a los rehenes.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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