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Al menos 6 millones de peregrinos visitan la Basílica de la Virgen Guadalupe en México

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Ciudad de México.- Una multitud de, al menos, seis millones de fieles acudió desde la medianoche pasada a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, en la primera jornada de la peregrinación, considerada la mayor concentración anual de católicos en el mundo, informó el martes la alcaldía (región) Gustavo Madero de la capital mexicana.

“La Basílica de Guadalupe ha recibido la visita de más de seis millones de peregrinos en conmemoración a la Virgen de Guadalupe”, dijo Francisco Chiguil Figueroa, titular de esa alcaldía capitalina donde se localiza el templo católico, al brindar datos preliminares.

El operativo implementado para garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes había brindado más de 3.600 atenciones médicas, principalmente por fatiga y otras dolencias de la travesía.

Los fieles llegan desde todo el país en caravanas de camiones, autobuses, motocicletas y bicicletas, alternando con largas caminatas, que hacen incluso de rodillas en los tramos finales.

Las medidas de apoyo contemplan la distribución de varios miles de litros de agua potable y alimentos básicos entre los peregrinos. en los últimos 15 kilómetros recorridos, donde ya fueron recolectadas 15 toneladas de basura en un día.

Los organizadores del operativo de seguridad estiman que la cifra final de este año se mantenga relativamente cercana a ese último registro, que fue un récord de 11 millones de personas el año pasado.

En el marco de la Novena Reunión Intercontinental Guadalupana, el cardenal Carlos Aguiar presentó a la imagen venerada una rosa, símbolo del compromiso de la iglesia católica con la cristiana virgen María, considerada “madre del verdadero Dios, por quien se vive”.

MILLONES DE PERSONAS CONGREGADAS

“Vamos a tener, por lo menos, 11 millones de peregrinos visitando la Basílica”, adelantó el domingo pasado el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres.

El año pasado, se rompió el récord de asistencia al recibir la llegada de más 11 millones de visitantes.

Este año, las bajas temperaturas del invierno boreal menores a los 10 grados por la noche podrían mermar el flujo.

El desplazamiento de caravanas se realiza en cinco rutas con módulos que brindan agua, alimentos y atención médica a decenas de miles de peregrinos.

Desde la madrugada del martes, los fieles cantaron las tradicionales Mañanitas, que se acostumbra en los cumpleaños mexicanos, para conmemorar la aparición del 12 de diciembre de 1537.

Los fieles escuchan sucesivas misas y los sacerdotes consagran las reliquias de la travesía que consideran bendecidas, con las que regresan a sus comunidades.

Grupos de mariachis animan a los feligreses, con otras bandas de músicas regionales, bailarines de danzas prehispánicas y actores que representan las apariciones de la Guadalupana.

TRADICIÓN CATÓLICA

La tradición católica indica que la Basílica original fue erigida en el Cerro Tepeyac, en el norte de la capital del país, por un pedido de la Virgen al indígena Juan Diego, donde comenzó la construcción del edificio colonial en 1695 y fue inaugurado en 1709.

Desde el siglo XVI, el Cerro del Tepeyac ha sido un punto de peregrinaje, y en 1667 el papa Clemente instituyó el 12 de diciembre como “Día de fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe”.

En 1976 fue inaugurado un nuevo recinto religioso con una explanada para recibir a las peregrinaciones, donde se conserva la imagen.

Según la tradición, la figura quedó impregnada en la túnica de Juan Diego.

Desde 2002, aquel indígena de la etnia chichimeca -cuya vida real sigue bajo controversia entre historiadores-, fue beatificado por el Vaticano y se convirtió en San Juan Diego.

Ese año se ratificó la polémica “existencia histórica” del indígena, validando el milagro de la imagen impregnada en la túnica del indígena como prueba de la aparición.

Según el relato, Juan Diego Cuauhtlatoatzin (1474- 1548) fue un poblador de la etnia chichimeca, cuya biografía fue aceptada por el Vaticano, que lo beatificó en 1990 y lo canonizó en 2002, por orden del papa Juan Pablo II.

San Juan Diego se convirtió en el primer santo indígena de América, y en tercera canonización para México, tras San Felipe de Jesús y 27 mártires de la llamada Guerra Cristera, a principios del siglo XX.

El relato de las apariciones fue hallado en el libro Nican Mopohua, publicado por primera vez en 1649, poco más de 100 años después de la muerte de Juan Diego.

El texto lo publicó el capellán encargado del primer templo construido en el cerro Tepeyac.

Ese relato publicado en 1556 es atribuido por el Vaticano a un indígena educado en conventos de los jesuitas, considerado sagrado desde la canonización.

Fuente:https://sputniknews.lat/

Foto: Tomada de https://twitter.com/ArquidiocesisMx

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