Tokio.- Cuatro miembros del gabinete nipón dimitieron este jueves en medio de un escándalo de corrupción que salpica a la mayor facción del gobernante Partido Liberal Democrático.
El ministro portavoz del gobierno, Hirokazu Matsuno, fue el último en presentar su renuncia.
“Para que no haya dilaciones en política nacional, he presentado al primer ministro (Fumio) Kishida mi renuncia como secretario general del gobierno”, anunció Matsuno durante una rueda de prensa televisada en directo.
Más temprano se supo que Kishida aceptó las renuncias del ministro de Economía, Yasutoshi Nishimira; el del Interior, Junji Suzuki; y el de Agricultura, Ichiro Miyashita, todos ellos pertenecientes a la misma facción.
Matsuno será relevado en la secretaría general del gabinete por el extitular de Exteriores Yoshimasa Hayashi.
El exministro de Justicia Ken Saito asumirá la Cartera de Economía; Interior quedará en manos de Takeaki Matsumoto, que ejerció este cargo antes de la remodelación anterior; y el extitular de Revitalización Territoral Tetsushi Sakamoto se pondrá al frente de Agricultura.
El jefe de la cúpula política del oficialista Partido Liberal Democrático de Japón, Koichi Hagiuda, dimitirá en las próximas horas por el escándalo de corrupción que estremece al Gobierno del primer ministro Fumio Kishida, aseguró el canal televisivo NHK.
Según las expectativas, el escándalo de corrupción podría costarles el cargo también a Koichi Hagiuda, jefe de la cúpula política del PLD; Hiroshige Seko, secretario general del partido en el Senado y exministro de Economía; Seiko Hashimoto, exministra para los Juegos Olímpicos de Tokio; y otros altos funcionarios del partido oficialista.
El escándalo de corrupción estalló al descubrirse presunta financiación ilícita del Partido Liberal Democrático y cobros irregulares por millones de yenes que beneficiaron a varios diputados de los grupos parlamentarios del exprimer ministro Shinzo Abe y del actual Fumio Kishida.
Actualmente la Fiscalía de Tokio investiga las grandes sumas de dinero que ocultó el partido gobernante, un dinero que provenía de las reuniones para recaudar fondos a las que asistían empresarios del país. Para que este tipo de eventos no se convierta en la compra de políticos o grupos parlamentarios, la ley estipula que si la recaudación supera los 200.000 yenes (1.300 dólares), el partido está obligado a registrar en sus libros el nombre del donante y la suma.
Según las pesquisas, si un político del partido ofialista recaudaba un monto superior a la norma establecida, éste se embolsaba toda la suma que superaba el límite. Este dinero no se registraba en los libros del partido ni en la declaración tributaria de los propios diputados.
Este jueves trascendió también otro escándalo que salpica al oficialismo. Los agentes policiales irrumpieron en la vivienda y en la oficina del diputado oficialista Mito Kakizawa por la presunta compra de votos en las elecciones municipales que se llevaron a cabo en Tokio en abril de este año.
Las investigaciones apuntan a que Kakizawa, hijo de un exministro de Exteriores, presuntamente pagó a varios consejales 200.000 yenes (1.300 dólares) a cada uno para que apoyen a su candidata Yayoi Kimura a la alcaldía del distrito de Koto que finalmente consiguió.
Kimura renunció en octubre ante estas acusaciones y otras relacionadas con anuncios electorales pagados durante la campaña, lo que prohíbe la ley de elecciones. En ese entonces se esclareció que Kakizawa le había sugerido hacerlo.
Este mismo jueves, el Partido Liberal Democrático aprobó la expulsión de Kakizawa.
En medio de los escándalos de corrupción, la popularidad del Gobierno de Fumio Kishida está por los suelos con una aprobación de 17%, según recientes sondeos.
Fuente:https://sputniknews.lat/
Foto: Tomada de https://japannews.yomiuri.co.jp/
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