Moscú.- Israel está privando de alimentos a los civiles en la Franja de Gaza como método de combate, denunció el director de la oficina regional de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) para Israel y Palestina, Omar Shakir.
“Durante más de dos meses, Israel está privando a la población de Gaza de alimentos y agua, una política impulsada y respaldada por altos funcionarios israelíes que refleja la intención de hacer pasar hambre a los civiles como método de guerra”, dijo Shakir, citado por la propia HRW en un comunicado.
El director regional de la oenegé instó a los líderes mundiales a “pronunciarse en contra de este abominable crimen de guerra que está teniendo efectos devastadores en la población de Gaza”.
La HRW llamó a Israel a dejar de provocar intencionalmente la inanición de los civiles y levantar el asedio del enclave.
“El Gobierno de Israel debe restablecer el acceso al agua y la electricidad y permitir la entrada a la Franja de Gaza de alimentos, asistencia médica y combustible, que se necesitan con urgencia, incluido a través del paso de Kerem Shalom”, remarcó la organización.
La HRW también instó a Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá y Alemania que suspendan la asistencia militar y venta de armas a Israel.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás atacó a Israel desde la Franja de Gaza causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a unos 240 rehenes.
En respuesta, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra instalaciones en Gaza, incluidas las civiles, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
La campaña de bombardeos dejó hasta la fecha unos 19.500 muertos y 52.300 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y EEUU, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.
Rusia y numerosos países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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