viernes, 22 noviembre 2024
15.1 C
Monterrey

Un triunfo de la vieja escuela: Shelton y un año histórico con el sello de los Gators

Últimas Noticias

Ben Shelton salió hace más de un año y medio de los Gators para dedicarse por completo al ATP Tour, pero pareciera que los Gators aún siguen sin salir de él.

Y no solo por el hecho de seguir a distancia con su carrera en negocios. También porque su espíritu competitivo en el ATP Tour sigue siendo la de aquel chico que empezó como el jugador No. 5 en el equipo de tenis de la Universidad de Florida antes de convertirse en el No. 1 y campeón de la NCAA.

Sin importar que pueda irritar a sus oponentes en el circuito, el zurdo de 21 años ha celebrado en 2023 tan efusivamente como lo hacía en las series con los Gators: animándose en voz alta, empuñando una mano mientras mira a su equipo y llevándose la otra a la oreja después de ganar un punto para incitar el apoyo ruidoso de los asistentes. Pero la expresión que más ha hecho recordar sus días jugando a nivel universitario es el “¡vamos!” que grita en castellano.

“Siempre lo ha dicho, nos lo copió a algunos del equipo que celebrábamos así, y desde ahí no paró de decirlo. Es de las pocas palabras en español que se sabe”, recuerda entre risas el ecuatoriano Andrés Andrade en entrevista con ATPTour.com.

Ben Shelton no deja mentir a su buen amigo. “Tuve algunos compañeros de habla hispana que son algunos de mis mejores amigos ahora. El ‘vamos’ se convirtió en algo para todos nosotros en el equipo de la Universidad de Florida. Eso era lo que decíamos cuando ganábamos un punto’”, recordaba Shelton a principio de temporada.

El sello de los Gators también quedó claro en el gran año de Shelton con su emblemática celebración camino a las semifinales en el US Open. Después de ganar sus partidos, fingía levantar el teléfono y escuchar por un momento antes de colgar, un gesto inspirado en Grant Holloway, estrella del atletismo y otro ex deportista de los Gators.

“Creo que es muy bueno que grite y festeje con su box todo el tiempo como en la universidad”, agrega Andrade. “Sé que lo han criticado mucho, pero ojalá siga así, y que no pase como con [Maxime] Cressy, que antes hacía ese tipo de cosas en la universidad y dejó de hacerlo en el tour. Para mí es muy bueno celebrar así. Eso te va a ayudar a ganar bastantes partidos”.

Hasta ahora, seguir fiel a su versión de los Gators lo ha ayudado en 2023 a obtener 26 triunfos, irrumpir en el Top-15, alcanzar al menos los cuartos en dos Grand Slams (también en Australia), y a levantar en Tokio su primer título. Su corto, pero sustancioso tiempo en Gainesville (2021-2022) como estudiante/atleta le ha sembrado el espíritu combativo necesario para brillar en su primer año dedicado por completo al tour.

Pero también ha sido clave en su desarrollo físico y tenístico. Pueden dar fe de ello quienes atestiguaron su evolución en cada confrontación y en su rigurosidad para cumplir con los entrenamientos de dos horas de lunes a sábado, así como con las tres sesiones semanales en el gimnasio que comenzaban a las 6:45 a.m. y que terminaban antes del mediodía en la pista de práctica. Ni el cansancio ni las ocupaciones académicas fueron alguna vez excusas para faltar.

Tantas exigencias, combinadas con sus grandes ambiciones, lo hicieron mejor. “Siempre ha tenido hambre de lograr más”, asegura Abdullah Shelbayh, otro compañero de Shelton en los Gators y participante de las últimas Next Gen ATP Finals presented by NEOM. “Recuerdo que siempre creía en sí mismo. En que tenía opciones y nivel para vencer a cualquiera. Nunca lo sentí intimidado por un oponente. Creo que eso lo ha hecho irrumpir este año en el tour”.

Esa confianza que irradia imbatibilidad quedaba incluso en evidencia cuando no era el más destacado en el equipo dirigido por su padre Bryan, actualmente su coach en el tour. “Al principio cuando entró no era tan bueno ni se le veía el potencial que tiene ahora”, añade Andy Andrade, No. 588 del Pepperstone ATP Ranking. “El primer año jugaba de cinco. Yo de tres. Y en entrenamientos yo siempre le ganaba, tenía todas las tácticas para vencerlo”.

“Pero entonces llegó el verano de 2021…”, añade el ecuatoriano de 25 años. “Todos nos fuimos a casa y él se quedó un mes entrenando con su papá. Se puso fuerte. Su cuerpo le ayudó. Y tuvo un cambio drástico. Todos dijimos: ‘¿Qué pasó aquí?’. Yo casi nunca pude volver a ganarle. Se volvió rápido, creció y maduró muy rápido. Se volvió un atleta. Desde entonces lo tiene todo. Y su servicio es de lo más especial que tiene. También lo mejoró mucho en el equipo”.

Lo que no cambió tras su rápido ascenso en los Gators fue su actitud fuera de pista, sus pies bien plantados y su amabilidad con los compañeros. Siguió siendo el mismo chico bromista y con quien compartían en la playa a 40 minutos de la universidad, en las cenas del equipo que planeaba su padre para aumentar la química del grupo y en las gradas para apoyar a los Gators en fútbol americano y basquetbol.

“Ben es un tipo muy amable, muy gracioso”, añade Shelbayh, jordano de 20 años y No. 196 del mundo. “Nos la llevamos muy bien. Disfruté muchísimo mi tiempo con él en Florida. Por eso me parece genial que haya logrado tanto este año”.

Andrade lo secunda en su opinión: “Siempre ha sido muy querido con todos. No se siente superior a nadie. Su papá es un señor muy respetuoso. Ben también lo es”. Y según Andrade, nada de eso ha cambiado a pesar del éxito reciente en el ATP Tour. “Yo sigo viéndolo de la misma manera, como un amigo al que le puedo escribir por WhatsApp cuando quiero”.

Recordar de donde viene ha sido quizá más determinante para Shelton que tener claro el destino. A día de hoy, trabaja fuerte en la pretemporada pensando en el ATP Tour 2024. ¿Dónde? En las instalaciones de la Universidad de Florida. Incluso este capítulo en su vida tiene el sello de los Gators, como seguramente lo tendrán muchos más en el futuro.

Fuente:https://www.atptour.com/

eitmedia.mx