Moscú.- Las autoridades de Malasia prohibieron a la compañía naviera israelí Zim la entrada de sus barcos en los puertos nacionales, así como la descarga de cualquier otro barco de bandera del Estado judío, en medio de la escalada del conflicto palestino-israelí, declaró este miércoles el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim.
Zim Integrated Shipping Service es una compañía naviera israelí que cotiza en bolsa y se encuentra entre las 20 principales empresas navieras del mundo.
“El Gobierno de Malasia decidió prohibir a Zim Integrated Shipping Services, una compañía naviera de Israel, entrar en cualquier puerto de Malasia”, dijo el primer ministro, citado por el diario malasio The Star.
Según el político, el Ministerio de Transporte de Malasia tomará medidas urgentes e impondrá un veto permanente a la compañía israelí, que entrará en vigor de inmediato.
“Malasia también prohibirá que cualquier barco que se dirija a Israel descargue su carga en puertos malasios”, destacó Ibrahim, señalando que esta restricción también entrará en vigencia inmediatamente después de su adopción oficial.
El periódico The Star indicó además que todos los barcos con banderas israelíes o con destino a Israel tendrán prohibido entrar en los puertos de Malasia, aunque la cita correspondiente del primer ministro no confirma esa información.
Según Ibrahim, con estas medidas Malasia responde a la violación por parte de Israel del derecho internacional y al desprecio de los principios humanitarios como resultado de las “atrocidades continuas contra el pueblo palestino”.
Al mismo tiempo, el jefe del Gabinete malasio está seguro de que el cierre de los puertos para los barcos israelíes no impedirá que Malasia realice actividades comerciales.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás atacó a Israel desde la Franja de Gaza causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a unos 240 rehenes.
En respuesta, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra instalaciones en Gaza, incluidas las civiles, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
La campaña de bombardeos dejó hasta la fecha más de 19.600 muertos y casi 52.600 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre.
Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.
Rusia y numerosos países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la Organización de las Naciones Unidas en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.