El Gobierno de México reprobó los comentarios del gobernador de Texas, Greg Abbott, en el sentido de que su Administración ha tomado todas las medidas para frenar el flujo migratorio, con excepción de disparar contra las personas que buscan llegar al territorio estadounidense.
“México reprueba y expresa su absoluta preocupación a cualquier tipo de expresión que inste a actos violentos y a la deshumanización de la comunidad migrante. Hacemos votos por el respeto a los derechos humanos y denunciamos todo tipo de insinuaciones agresivas contra la vida de una persona”, expuso la gestión mexicana en un breve comunicado de su Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El 5 de enero, Abbott atacó verbalmente a las personas migrantes que arriban a Estados Unidos, especialmente a quienes ingresan por Texas.
“Estamos desplegando todas las herramientas y estrategias que podemos. Lo único que no estamos haciendo es dispararles a las personas que cruzan la frontera, porque, por supuesto, el Gobierno de [Joe] Biden nos acusaría de asesinato“, indicó en una entrevista con la comentarista y locutora de radio Dana Loesch.
Los dichos del mandatario local cobraron mayor fuerza esta semana, cuando el medio estadounidense Heartland Signal los retomó.
Este hecho se suma a las tensiones que existen entre el Gobierno federal mexicano y Texas desde hace tiempo, debido a que el gobernador republicano ha realizado distintas acciones contra la comunidad de migrantes, como el muro acuático desplegado sobre la frontera natural, el río Bravo, con boyas y alambres de púas, donde murieron dos personas que deseaban ingresar de manera irregular al territorio estadounidense.
Recientemente, Abbott promulgó una ley antimigrante para arrestar a las personas que crucen irregularmente la frontera sur de Estados Unidos, ante la que el Gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó una impugnación.
En diciembre de 2023, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) estadounidense procesó a más de 300.000 migrantes en los puertos de entrada a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, una cifra sin precedentes que equivale aproximadamente a la población de Pittsburgh.
Aproximadamente 256.000 de esos migrantes entraron irregularmente a Estados Unidos vía los puertos de entrada, incluido un récord de 104.000 padres e hijos que viajaban en familia, según datos federales internos obtenidos por CBS News.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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