Ninguna candidatura independiente en México estará presente en la boleta electoral de junio de este año, al menos para la presidencia. Esto, aseguran expertos, muestra que se requieren cambios en la legislación que las faculta y apertura de los políticos para que la ciudadanía sin partido pueda participar en la contienda.
El 8 de enero, el Instituto Nacional Electoral (INE) mexicano dio a conocer que, de las seis personas que contendían por el ejecutivo federal sin el apoyo de un partido político, ninguna alcanzó el 1% de apoyos de la Lista Nominal de Electores, que equivale a 961.405 mexicanos, uno de los requisitos de la figura de postulación.
De acuerdo con la maestra en sociología política Ivonne Acuña Murillo, egresada del Instituto Mora, esto demuestra la urgencia de hacer ajustes en los lineamientos para que la gente pueda aspirar a una candidatura independiente, ya sea en busca de un escaño en el Congreso de la Unión (bicameral) o de aspirar a dirigir el país.
“Los requisitos son demasiados para una persona que no cuenta con la estructura, recursos y organización de un partido político (…). [Su ausencia] nos habla de la resistencia de los políticos y políticas, quienes no quieren compartir el espacio con la ciudadanía. Solo lo hacen cuando les conviene”, califica la estudiosa.
Los lineamientos que deben seguir los aspirantes independientes, de acuerdo con el INE, son:
1. Manifestar ante el árbitro electoral su intención de participar en la contienda por la vía independiente, esto presentando un acta para comprobar que forjan una asociación civil (AC), misma que debe estar dada de alta ante las autoridades fiscales y que, además, tenga una cuenta bancaria vigente.
2. Posteriormente, requieren recabar las firmas de la Lista Nominal de Electores. En el caso de quienes contienden a la presidencia, necesitan los apoyos del 1% de los que conforman ese grupo, mismos que deben estar distribuidos en, al menos, 17 estados de los 32 que conforman la federación mexicana. Para lograrlo, el INE da un plazo de 120 días, es decir, unos cuatro meses. Los porcentajes, zonas y tiempos varían para quienes buscan senadurías y diputaciones.
3. Una vez que se cumplan en tiempo y forma estas reglas, las personas que van por la vía independiente pueden presentar su solicitud de registro para formar parte, de manera oficial, de la contienda electoral.
Falta de contacto con el electorado
Otro punto a estudiar, de acuerdo con el doctor en ciencia política Maximiliano García Guzmán, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es la falta de acercamiento entre los aspirantes y los electores.
“Si ahora no vemos figuras que opten por esta alternativa, quiere decir que no se está haciendo trabajo territorial de manera adecuada para que puedan generar votos. Muchos de los candidatos que se presentaron bajo la figura independiente no cumplieron el requisito de las firmas, que implica que su trabajo no tiene resonancia social. Otro factor es que pueden ser [personalidades] que terminen alojándose en el paraguas de un partido para que su carrera política” no concluya pronto, asevera.
El experto igualmente identifica que, a partir de la llegada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia mexicana, en 2018, el discurso del partido oficialista ha tenido una gran recepción en la población, cuestión con la que no cuentan las figuras independientes.
Ellos “buscan alejarse de la ideología de los partidos políticos. Pero, en un contexto donde el discurso político está muy polarizado, el presentar una nueva opción como independiente no resulta tan atractivo. Incluso, hemos visto a personajes que venían trabajando en términos de candidaturas [sin afiliación partidista], que se suman a los partidos”, agrega .
Evolución de los independientes
Las candidaturas independientes en México se establecieron desde la Ley Electoral de 1918, esto durante el Gobierno de Adolfo de la Huerta. En esa disposición, gozaban de los mismos derechos y obligaciones que las personas que se postularan respaldados por algún partido político. Sin embargo, en la reforma electoral de 1946, fueron prohibidas.
Las cosas cambiaron en el siglo XXI. En 2007, tras una reforma a su constitución local, Yucatán, estado en el sureste mexicano, dio la pauta para aceptar las candidaturas independientes, y en 2012 se aprobaron ajustes a la carta magna federal para que reaparecieran en las boletas, incluso en comicios presidenciales.
Fue así que en 2015 algunas figuras comenzaron a buscar las candidaturas independientes en México. Uno que llamó la atención fue Pedro Kumamoto, quien a sus 25 años y posicionando su campaña primordialmente en redes sociales, ganó una diputación local por el distrito 10 de Zapopan, Jalisco, en el occidente del país.
Otra personalidad que cimbró las elecciones de Nuevo León, estado en el noreste del territorio mexicano, con su peculiar campaña y manera de dirigirse al electorado. fue Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como el Bronco. Él optó por la vía independiente y ganó la gubernatura de la entidad.
Para los comicios generales de 2018, Rodríguez Calderón quiso repetir el éxito obtenido en Nuevo León, por lo que contendió nuevamente como independiente, entonces a la presidencia. Si bien logró estar en la boleta, fue Andrés Manuel López Obrador el triunfador.
Consecuencias a corto y largo plazo
Las elecciones presidenciales de México en este 2024 no tendrán candidaturas independientes en la boleta, situación que se replica en quienes deseaban contender por un escaño del Senado. En el único ámbito donde sí habrá aspirantes sin partido será en las diputaciones federales.
Para el doctor en ciencia política, las consecuencias no son palpables para los comicios de este año, pero sí se observarán en el futuro, dado el poco trabajo comunitario de los aspirantes en los últimos tiempos.
“La propia estructura territorial fue cooptada políticamente en el país, de nueva cuenta (…). En el mediano plazo puede haber una pausa, en términos de estos brillos democráticos a nivel local, que habían llevado a algunas figuras a ganar las elecciones”, vaticina.
Mientras que la maestra en sociología política estima que la situación actual de las candidaturas independientes en México refleja el monopolio que los partidos políticos mantienen sobre las actividades electorales.
“Tenemos una desinformación sobre el quehacer político, ya que la política no solo es en un partido. La ciudadanía que se organiza para que le pongan agua en su colonia o le arreglen las luminarias está haciendo participación política, por ejemplo. Lo que nos están informando con los límites a las propuestas independientes es que aún existe un monopolio político”, afirma Acuña Murillo.
Estrategias para mejorar rumbo a 2030
Si bien apenas se llevarán a cabo los comicios generales en México, los partidos políticos y los organismos electorales comienzan a delimitar estrategias rumbo a 2030, cuando se volverán a celebrar elecciones federales para renovar la presidencia, de seis años de duración para el país latinoamericano.
En este sentido, el especialista de la UNAM apunta que hay temas a reflexionar, como una nueva configuración de las candidaturas independientes, donde se aborde la flexibilización de los requisitos para participar.
Se debe trabajar, “por un lado, la credibilidad y, por otro, el tipo de agenda que maneje, porque se tendrá más eco en términos sociales y de opinión pública (…). En términos electorales, hay que pensar que, cuando uno gobierna, lo hace para todos, no solo para la gente de la que obtuvo el voto. [La estrategia] requiere ser pragmática y que sí marque la diferencia frente a lo que están proponiendo los partidos, cuestión que no vemos actualmente”.
Por otro lado, la experta señala que se requiere que los partidos y el INE abran sus espacios para capacitar a la población que desea participar en una contienda electoral.
También debe existir presupuesto “para educar a la ciudadanía en relación a qué significa una candidatura independiente (…). Estamos acostumbrados a que la democracia y la política se hacen a través de [los grupos políticos]. Sería interesante que la ciudadanía tenga otra preparación y que entienda la importancia de apoyar [personajes apartidistas] que lo merezcan, esto en función de sus méritos o trayectoria”, concluye Acuña Murillo.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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