El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desestimó las palabras del político republicano Donald Trump, quien señaló que, de ganar nuevamente las elecciones de Estados Unidos, cerrará la frontera entre ambos países.
“Es parte de las campañas en EU; se expresan muchas cosas (…) para tratar de ganar votos. Sin embargo, no se pueden cerrar la frontera entre México y EU (…). Es fundamental la integración económica y social. Imagínense cerrar la frontera un día, lo que significa de pérdida para las empresas estadounidenses y mexicanas, para las dos naciones”, compartió en su conferencia de prensa matutina.
El mandatario mexicano expuso que lo más importante, sea quien sea el ganador de los comicios estadounidenses, es mantener una buena relación entre ambos países.
“Lo importante es buscar la cooperación entre nuestras naciones, reafirmar nuestra amistad. No hay realmente problema con el expresidente Trump. Con él solo tuvimos una diferencia en cuanto al manejo de la frontera por pretender establecer aranceles de manera unilateral a mercancías mexicanas que se introducen a EU. Sin embargo, se llegó a un acuerdo”, apuntó.
El 15 de enero de 2024, el exmandatario estadounidense Donald Trump se posicionó como el favorito en los caucus de Iowa para ser el abanderado del Partido Republicano en las elecciones presidenciales del país norteamericano. Al conocer su ventaja en la contienda interna de su partido, el empresario —quien tiene en su contra cuatro casos judiciales— dio un discurso en el que nuevamente hizo la promesa de levantar un muro definitivo entre México y Estados Unidos para detener la migración irregular.
“Vamos a unirnos, vamos a taladrar, nenes. Vamos a sellar la frontera. Porque justo ahora mismo tenemos una invasión de millones y millones de personas que están entrando a nuestro país”, advirtió Trump.
En diciembre de 2023, el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés) estadounidense procesó a más de 300.000 migrantes en los puertos de entrada a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, una cifra sin precedentes que equivale aproximadamente a la población de Pittsburgh.
Aproximadamente 256.000 de esos migrantes entraron irregularmente a Estados Unidos vía los puertos de entrada, incluido un récord de 104.000 padres e hijos que viajaban en familia, según datos federales internos obtenidos por CBS News.
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