El mercado británico puede enfrentarse a un nuevo reto, procede del portal ‘Mail Online’. Existe la posibilidad de que el volumen de pescado en sus tiendas disminuya drásticamente debido a la decisión que prepara Rusia.
La nueva decisión del Gobierno de Rusia “amenaza a uno de los platos favoritos de los británicos” el fish and chips, procede del artículo. En concreto, las autoridades rusas tantean un plan para retirarse del acuerdo de 1956 y prohibir al Reino Unido el derecho a pescar en las aguas del Estado euroasiático ante la política de sanciones de las autoridades británicas.
A pesar de que Londres ha impuesto numerosas restricciones sobre la economía de Rusia por la operación militar en Ucrania, el anunciado apoyo a Kiev hasta el momento no contradice que los arrastreros británicos sigan faenando bacalao y eglefino en aguas rusas de la costa de la península de Kola, en el mar de Barents, y al este del cabo Kanin Nos.
“Una enorme cantidad de bacalao y eglefino que se vende en las tiendas de fish and chips de todo el país procede tradicionalmente de estas aguas“, afirma el portal, citando estadísticas nacionales. En cuanto a los niveles de producción, en 2023 los arrastreros pescaron un total de 566.784 toneladas de bacalao en el mar de Barents, añade el texto.
“Pero ahora [el presidente ruso] Vladímir Putin ha declarado la guerra pesquera al Reino Unido”, opina el portal.
Los informes sobre la nueva medida de Rusia llegan en el momento en que el Reino Unido recurre activamente a métodos discriminatorios en el comercio con Moscú. Así, aparte de las demás sanciones económicas y comerciales, Londres impuso un arancel adicional del 35% a las importaciones de ciertos bienes del país eurasiático, entre ellos el cobre y el vodka, con el fin de “infligir el máximo daño a la economía rusa y minimizar al mismo tiempo las consecuencias negativas para el Reino Unido”, según el artículo.
Rusia, por su parte, está dispuesta a restringir totalmente las prácticas en el sector pesquero acordadas con Londres y vigentes aún desde la Guerra Fría. El Ministerio de Agricultura del país cree que la prohibición de pesca para el Reino Unido en las aguas rusas del Ártico no tendrá repercusiones significativas en la economía rusa.
“Denunciar el acuerdo no implicará graves consecuencias económicas y de política exterior para Rusia”, citó en este contexto el medio británico a la dependencia estatal rusa.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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