Moscú.- Las inspecciones realizadas por la aerolínea estadounidense Alaska Airlines en los aviones Boeing 737 MAX 9 revelaron que muchas de estas naves tenían tornillos flojos, comentó enfadado el director ejecutivo de la compañía, Benito Minicucci.
En una entrevista con la cadena NBC, el ejecutivo explicó que las inspecciones se llevaron a cabo tras el incidente del 5 de enero pasado.
“No estoy simplemente disgustado y decepcionado, sino que estoy enfadado. Eso ocurrió con Alaska Airlines, con nuestros huéspedes y nuestra gente”, dijo Minicucci.
Según agregó, Alaska Airlines realizará, como medida de precaución, un control adicional en la línea de producción de Boeing.
El pasado 5 de enero, poco después de que un 737-9 MAX de Alaska Airlines saliera desde Portland, Oregon, con destino a Ontario, California, con 177 personas a bordo, el tapón de la puerta del fuselaje se desprendió provocando una rápida descompresión de la cabina. La aeronave logró realizar un aterrizaje de emergencia con todos los pasajeros y miembros de la tripulación a salvo.
Fabricantes aeronáuticos instalan a veces un tapón en lugar de una puerta de salida de emergencia a bordo, en función de la configuración que les haya pedido la compañía aérea.
El incidente provocó la cancelación de numerosos vuelos y la inmovilización de más de 170 Boeing 737-9 MAX que tienen instalado un tapón de puerta de cabina central.
La flota de Alaska Airlines incluye 65 aviones 737-9 MAX.
En tanto, en las últimas semanas los problemas con los Boeing afectaron incluso al secretario de Estado de EU, Antoni Blinken. Cuando se preparaba para partir de Davos (Suiza) junto con su séquito, se detectó una fuga de oxígeno en el Boeing 737 gubernamental. La avería no se logró reparar y Blinken tuvo que cambiar de avión.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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