Luego de que la CANACO diera a conocer esta mañana que el rayo láser del Faro del Comercio volverá a funcionar, el Gobierno de Monterrey arrancó una rehabilitación del icónico inmueble de casi setenta metros de altura.
El Municipio invertirá 6.5 millones de pesos en dicha rehabilitación, la cual contempla el tallado de la pintura vieja, el lavado de las paredes externas, la instalación de sellador y la instalación de nueva pintura.
Asimismo, la CANACO, a través de Pinturas Berel, hizo una donación de pintura para la renovación del edificio.
El famoso rayo láser, por su parte, también será reparado, tal como lo anunció previamente la CANACO. Este volverá a funcionar a mediados del presente año y tendrá más colores, además del tradicional verde.
“El (láser anterior) se fue desgastando y no se le dio el mantenimiento y fue perdiendo potencia, y ya no daba la luz (…). Incluso, los espejos que hay arriba ya no están alineados”, detalló Santos Valdés, secretario municipal de Servicios Públicos.
“Se van a reemplazar completamente estos diodos por unos de 70 watts, antes era de 20. Vamos a hacer combinación de tres diodos, en lugar de uno, de tal manera que podamos combinarlos y hacer diferentes colores de láser, no solamente verde como era anteriormente”, agregó.
Y se sube Colosio al Faro; ¡baja haciendo rappel!
Durante una breve ceremonia de arranque de los trabajos de rehabilitación al Faro del Comercio, el alcalde Luis Donaldo Colosio decidió subir los 346 escalones del emblemático edificio para descender con un arnés, haciendo rappel.
“Si les soy sincero, ¡pensé que me iba a dar en la madre!”, expresó tras la espectacular bajada, que fue supervisada por Fernando Fernández, director de Protección Civil de Monterrey.
“Lo que más vi es que la aplicación del sellador va a ser lo más importante para poder no solamente preservar la pintura, sino también la integridad de la estructura”, añadió.
Un ícono del comercio regiomontano
Fue con motivo del centenario de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo que se inauguró el Faro del Comercio, a finales de 1984. Doce años después, la CANACO lo donó al Municipio, para que se encargase de su mantenimiento.
Dado que se trata de una construcción protegida por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, su color y forma no pueden ser modificados por ningún motivo, por lo que conservará su color naranja, cuya pintura será renovada.
Por: Paula Román – eitmedia.mx