Tel Aviv.- Nabil Abu Rudeineh, viceprimer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y portavoz presidencial, declaró que si el movimiento Hamás ganase en unas futuras elecciones generales palestinas, el presidente Mahmud Abás estaría dispuesto a entregarles el control del gobierno.
“Por el momento la dirección para las decisiones políticas (del pueblo palestino) es la Organización de Liberación Palestina y su presidente, Mahmud Abás”, dijo Abu Rudeineh en una entrevista con el canal saudí Al Arabiya y agregó que “si después de la guerra la ANP está lista para celebrar elecciones generales, y si Hamás gana, el presidente les entregará la Autoridad”.
La última vez que se celebraron elecciones en la ANP fue en 2006, cuando Hamás obtuvo la mayoría de los escaños en el consejo legislativo y posteriormente dio un violento golpe de estado en la Franja de Gaza.
Desde el estallido de la guerra entre Hamás e Israel, varios funcionarios de la ANP han pedido la integración del ala política del movimiento en un futuro gobierno palestino, afirmando que es un componente esencial de la sociedad palestina.
La ANP es percibida por muchos, tanto palestinos como israelíes y también en la comunidad internacional, como un organismo corrupto e ineficaz, y se entiende que unas elecciones serían clave para iniciar un proceso para su reforma y reactivación.
Estados Unidos y otras naciones apuestan por esto último para aumentar su legitimidad y potencialmente permitirle tomar el control de la Franja de Gaza después de la guerra.
Las autoridades israelíes han declarado repetidamente que su objetivo en la guerra es la erradicación del grupo.
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a unos 250 rehenes.
En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
Los ataques israelíes dejaron hasta la fecha más de 26.400 muertos y al menos 65.100 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 130 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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