Tel Aviv.- Los investigadores de la Universidad Bar Ilán han creado testículos en un laboratorio, un descubrimiento que esperan pueda conducir a una mejor comprensión de la determinación del sexo, así como a avances en el tratamiento de la infertilidad.
“Este último estudio nació del enfoque de mi laboratorio en el proceso de determinación del sexo y el desarrollo de las gónadas, que son los testículos en los hombres y los ovarios en las mujeres”, dijo Nitzan Gonen, líder de la investigación, en un comunicado oficial.
Gonen añadió que su equipo ha estado investigando los trastornos del desarrollo sexual –anteriormente denominados intersexuales– “que ocurren en uno de cada 4.000 nacimientos”.
Los “testículos de laboratorio” no son de tamaño natural, sino lo que los científicos denominan ‘organoides’, que son versiones tridimensionales simplificadas y en miniatura producidas in vitro que imitan las funciones y estructuras biológicas clave de un órgano.
El nuevo logro se publicó recientemente como un estudio revisado por pares en la Revista Internacional de Estudios Biológicos.
Hasta ahora no había otra opción que estudiar la determinación del sexo en vivo, utilizando principalmente ratones, en un proceso largo y complejo que implica la producción de ratones con mutaciones genéticas.
“Para comprender mejor los trastornos del desarrollo sexual y cómo se desarrollan y funcionan las gónadas en general, sabíamos que sería de gran ayuda tener un sistema in vitro en el laboratorio”, expuso Gonen.
La investigadora precisó que se trata de un sistema que “permita experimentar con múltiples opciones”.
YA EXISTEN ORGANOIDES FEMENINOS
Mientras que los científicos han logrado ya avances significativos en el desarrollo de organoides reproductivos femeninos, hasta el momento no ha habido avances paralelos en lo concerniente a los testículos, que son responsables de producir esperma y hormonas sexuales masculinas como la testosterona.
Por tanto, el objetivo era crear un organoide con los tres tipos de células que se encuentran en los testículos.
Las primeras son las células germinales, que dan lugar a los espermatozoides. Las otras son las células de Sertoli, que nutren las células germinales para que puedan producir esperma, y las células de Leydig, que secretan testosterona.
Lo lograron tomando testículos de crías de ratones de tres a cuatro días de edad y disociándolos en células individuales. A través de un proceso de ensayo y error en el uso de diferentes técnicas, la investigadora Gonen y su equipo lograron convertirlos en organoides testiculares repletos de las estructuras adecuadas de células germinales, células de Sertoli y células de Leydig.
“Pudimos conservarlos durante un período de nueve semanas, lo cual es mucho tiempo y, además, algo que nadie había podido hacer antes”, afirmó Gonen.
UNO DE LOS OBJETIVOS: COMBATIR LA INFERTILIDAD
“Verificamos la expresión de todos los diferentes marcadores de las células durante esas nueve semanas y vimos que eran muy similares a cómo se expresan las cosas en los testículos reales”, dijo la doctora.
Según Gonen, este período de nueve semanas es teóricamente suficiente para que los testículos comiencen la espermatogénesis, o sea, la creación de espermatozoides.
La investigadora indicó que vio signos iniciales de este proceso, pero también señaló que es necesario realizar más estudios para asegurarse de que esto está ocurriendo realmente.
Gonen aseguró que está ansiosa por hacer avanzar la investigación de ratones a humanos para poder abordar los problemas de infertilidad.
La doctora recalcó que está trabajando en ese sentido para poder garantizar a los niños que padecen cáncer y cuyos tratamientos oncológicos afectan a la producción de esperma la posibilidad de ser padres cuando sean adultos si así lo desean, pero también indicó que sus investigaciones pretenden seguir avanzando para lograr ayudar a los adultos con infertilidad.
Fuente:https://sputniknews.lat/
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