Montevideo (Mesa Américas).- El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, comenzará el último de sus cinco años de gestión debilitado por las renuncias de altos cargos de su gabinete en medio de escándalos graves, pero con un aceptable nivel de aprobación que arrastra por el buen manejo de la pandemia de covid-19 y una correcta administración de la economía.
Especialistas consultados por la Agencia Sputnik coincidieron en señalar que estas luces y sombras abren un escenario de incertidumbre sobre las elecciones presidenciales de este año, cuya primera vuelta se celebra el último domingo de octubre.
Destacaron que los escándalos en los que se vio envuelto el Gobierno, que derivaron en la renuncia de varios ministros y otros altos funcionarios, han “golpeado” la gestión de Lacalle Pou, que hasta mediados del año pasado había logrado fortalecer su liderazgo en la conducción del Ejecutivo y volcar en su favor el apoyo de la opinión pública.
El Gobierno ha sido “bastante exitoso en el juego político” debido a que a pesar de iniciar su presidencia con una “estructura de poder bastante débil”, con algo menos del 30 por ciento de los votos, logró conformar una “coalición inédita en la historia de Uruguay” que se “sostiene hasta el día de hoy”, dijo a este agencia el politólogo e investigador Mauro Casa, de la Universidad de la República.
La coalición gobernante, denominada “multicolor”, está integrada por el Partido Nacional (centroderecha), que lidera Lacalle Pou, el Partido Colorado (centroderecha), Cabildo Abierto (derecha), el Partido Independiente (centro) y el Partido de la Gente (derecha).
Para el politólogo Óscar Bottinelli, director de la encuestadora Factum, los buenos números del presiente en términos de aprobación tienen que ver también con una efectiva estrategia de marketing político.
“Este es un Gobierno que ha manejado mucho la imagen personal del presidente y con eso logró construir una visión positiva en la población. Esto ha sucedido a partir de un manejo más profesional que se ha dado en Uruguay del marketing político y de imagen”, explicó el especialista.
Bottinelli, uno de los analistas políticos de mayor trayectoria en Uruguay, destacó también el “apoyo muy grande” que tuvo el presidente de parte de “los grandes medios de comunicación”, lo que “ha dado mucho oxígeno” al mandatario.
“Pero a mediados del año pasado lo que se observó fue un debilitamiento del Gobierno y un fortalecimiento del (opositor) Frente Amplio (centroizquierda) que deja como incertidumbre quién ganará la elección”, matizó.
Casa coincide con Bottinelli y destaca una “reorganización” del Frente Amplio como oposición luego de que la opinión pública comenzó a “evaluar negativamente” al Ejecutivo en materia de empleo, salario y seguridad pública.
“A esto se suma la sucesión de escándalos de corrupción, muchos de ellos muy cercanos a la figura del presidente”, afirmó el académico, magíster en Política Pública y Administración en The London School of Economics and Political Science.
El politólogo explicó que a pesar de que el presidente no se ha visto afectado directamente por estos temas, hubo figuras muy importantes del Gobierno “desfilando por las fiscalías del Uruguay y declarando por diversas situaciones que parecen tener una apariencia delictiva”.
Para Casa, esto “empezó a golpear bastante a este Gobierno”.
Ambos politólogos marcaron un antes y un después en la imagen del Gobierno luego del escándalo desatado por la entrega de un pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset mientras este estaba detenido en los Emiratos Árabes Unidos en 2021 por viajar con documentación falsa.
La situación generó un escándalo internacional que terminó con la renuncia del canciller, Francisco Bustillo, la vicecanciller, Carolina Ache, y el ministro de Interior, Luis Alberto Heber, luego de que se supiera que habían omitido brindar información a los legisladores durante una interpelación parlamentaria.
Bottinelli destacó que en este caso hubo “hechos graves” como “ocultamiento” de información al Parlamento y “destrucción de documentos”.
Marset es señalado como posible autor intelectual del asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, ocurrido en mayo de 2022, en Colombia.
El narco uruguayo es buscado por más de 100 países y se lo acusa de liderar una organización criminal con sede en Paraguay y con presencia en varias zonas de la región.
SEGURIDAD
Aunque hasta al menos la mitad del periodo de Gobierno el Ejecutivo había logrado buenos resultados en términos de seguridad pública, con descensos considerables y en algunos casos sostenidos de varios delitos, la situación dio un vuelco en el último año y el tema volvió a ser la principal preocupación de los uruguayos, según las encuestas.
Según Bottinelli, es además un tema en el que el Gobierno tiene un “alto nivel de desaprobación”.
“Los indicadores de seguridad son cada vez más preocupantes, particularmente ligado al aumento de la violencia, al aumento de los homicidios y al peso del narcotráfico, que ha crecido sensiblemente”, dijo Bottinelli.
En 2023, Uruguay registró 382 homicidios, uno menos que en 2022, según cifras del Ministerio del Interior presentadas a inicio de este año, con lo que el país tiene una tasa de 11,2 homicidios cada 100.000 habitantes.
En 2022 los homicidios habían aumentado 25,8 por ciento respecto al año anterior.
Según el Estudio Global sobre Homicidios realizado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, publicado a fines de 2023, Uruguay se posicionó como el segundo de 45 países de todo el mundo con mayor porcentaje de homicidios relacionados con el crimen organizado y las pandillas, sólo superado por Jamaica.
ECONOMÍA
La economía es otro de los grandes temas a partir de los cuales se mide el éxito o fracaso de una gestión y que tiene, por lo tanto, el potencial de definir el resultado de una elección.
Según cifras oficiales, el Índice de Precios del Consumo en enero fue del 5,1 por ciento interanual, manteniéndose dentro del rango meta previsto por el Gobierno.
Sin embargo, Bottinelli afirmó que si bien la inflación presentó “una baja”, el índice toma una “serie de elementos” que son beneficiados porque el precio del dólar está congelado desde hace muchos años.
Esto hace que bienes de importación, como celulares, automóviles y vestimenta, estén a precios “accesibles”, dijo el especialista.
“Pero en lo que tiene que ver con los alimentos, con los artículos de limpieza del hogar, relacionados con la vida cotidiana, incluso el transporte de pasajeros, el aumento es mucho más grande, no es el cinco por ciento de inflación, entonces eso afecta el nivel de compra de la gente, de los hogares, e impacta en una visión también negativa”, afirmó.
INCERTIDUMBRE ELECTORAL
Ambos politólogos coincidieron en que estas elecciones son “inciertas”, ya que no se vislumbra por el momento un ganador claro.
“Creo que este es un año de interrogantes, que estamos frente a un escenario electoral muy abierto, donde la moneda está en el aire, donde todavía no tenemos claro si la evaluación que hace la ciudadanía del Gobierno le va a alcanzar para ser reelegido”, dijo Casa.
El Gobierno quiere inaugurar obras, infraestructura, mostrar buenos números económicos y buscará recordarles a los uruguayos algunos logros en materia de gestión de la pandemia, pese a que “ya quedaron atrás en el tiempo”, agregó.
“Quiere mostrarle a los uruguayos que en general, en un contexto mundial y regional bastante crítico, Uruguay ha podido surfear esta situación, para utilizar expresiones del propio presidente y de su hobby”, indicó el politólogo en referencia al deporte predilecto del mandatario.
Del lado contrario, el Frente Amplio tiene un “exitismo muy grande”, pero la realidad es que existe “incertidumbre”, dijo Bottinelli, quien puso en duda que la actual oposición, que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020, tenga mayoría parlamentaria en caso de ganar las elecciones este año, algo que consideró “muy importante para darle estabilidad a un futuro Gobierno”.
En la misma sintonía, Casa dijo que el Frente Amplio tiene el desafío de probar que los resultados del Gobierno son cuestionables, mostrando que su propuesta “abre una esperanza” para la población.
“También tiene que proponer un futuro de esperanza, porque muchos de los problemas que el Frente Amplio le pueda indicar a este Gobierno, por ejemplo en materia de aumento de la violencia, de la inseguridad, de problemas económicos, son los mismos que había en 2019 y por los cuales la ciudadanía dejó de votar a la izquierda”, reflexionó.
Los partidos políticos uruguayos celebrarán elecciones internas el próximo 30 de junio.
Dentro del Frente Amplio, Yamandú Orsi, actual intendente del departamento de Canelones, el segundo más importante del país en términos de población, y la actual intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, lideran las encuestas.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias de Uruguay se realizarán el 27 de octubre.
En caso de que ningún partido obtenga la mitad más uno de los votos válidos, se realizará una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados el último domingo de noviembre.
Según una encuesta publicada por Opción el 21 de diciembre, el 44 por ciento votaría al Frente Amplio y 42 por ciento a la coalición de gobierno.
Fuente:https://sputniknews.lat/
Foto: Tomada de https://twitter.com/LuisLacallePou
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