Pekín.- La embajada de China en Japón criticó a Tokio por comenzar la víspera el vertido del cuarto lote del agua radiactiva de la central nuclear de Fukushima al mar.
“La parte japonesa hace caso omiso a las preocupaciones legitimas de la población y al hecho de que la comunidad internacional está en contra (del vertido), y sigue vertiendo el agua radiactiva al océano, transmitiendo el riesgo de la contaminación radioactiva a todo el mundo. Expresamos nuestro fuerte descontento con el hecho”, indicó la misión diplomática en un comunicado.
China, según el texto, reafirma su llamado a Japón a tomar en serio las preocupaciones tanto dentro del país, como en el extranjero, cooperar para crear un mecanismo internacional orientado a monitorear la situación y desechar el agua contaminada “de manera responsable y constructiva”.
El 28 de febrero las autoridades de Japón comenzaron a verter otras 7.800 toneladas del agua radioactiva al mar. El vertido durará hasta el 16 de marzo.
La primera descarga de agua radiactiva de la central nuclear averiada de Fukushima se llevó a cabo del 24 de agosto al 11 de septiembre de 2023 pese a las protestas de la población local y de varios países.
El segundo vertido de agua radiactiva al mar tuvo lugar del 5 al 23 de octubre pasado, mientras que el tercero se realizó en noviembre.
El volumen total de agua descargada de la central nuclear de Fukushima 1 en Japón durante el año fiscal 2023, que finalizará el 31 de marzo de 2024, será de 31.200 toneladas, con una concentración de tritio radiactivo de cinco billones de becquereles.
Japón sostiene que el agua contaminada antes de ser descargada en el mar es tratada por un sistema que elimina las partículas radiactivas, excepto el tritio.
El 11 de marzo de 2011, varios reactores de la central nuclear de Fukushima explotaron al quedar fuera de servicio el sistema de refrigeración debido a un terremoto de magnitud 9,0 y un tsunami.
Toneladas de agua que se usaron para enfriar los reactores, se almacenan actualmente en unos 1.000 tanques gigantescos de la planta.
Japón afirma que el agua vertida tendrá un nivel de radiactividad por debajo del umbral fijado por la Organización Mundial de la Salud, y no supondría un peligro para la salud humana ni para el medio ambiente.
El plan suscita la preocupación de Rusia, China, las dos Coreas y de los habitantes de los municipios vecinos a Fukushima.
Desde China, incluso, han sugerido a los que creen que el agua de Fukushima es segura que la beban si confían en que es apta para el consumo.
Fuente:https://sputniknews.lat/
eitmedia.mx
