El Gobierno argentino oficializó, a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), una nueva fórmula para actualizar las jubilaciones, que establece desde abril un aumento mensual según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de dos meses atrás, a lo que se añade un adicional de 12,5% para compensar la inflación de los últimos meses.
“Desde el mes de abril los jubilados van a cobrar los aumentos mensuales ajustados por el IPC”, reafirmó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, durante su habitual rueda de prensa en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.
El funcionario descartó que los aumentos por inflación rijan a partir de julio, según algunas interpretaciones que surgieron a partir del DNU publicado en el Boletín Oficial.
De esta manera, un jubilado cobrará el próximo mes un aumento equivalente al IPC que hubo en febrero, que fue de 13,2%, a lo que se añade un adicional de 12,5%.
En el primer aumento del año, el Gobierno que preside Javier Milei había establecido para marzo, a través de un decreto, un incremento de las pensiones de 27,1%, por lo que la jubilación mínima pasó a ser de 134.445 pesos (149 dólares al cambio oficial).
Para diciembre, enero y febrero, la actual gestión había estipulado además un bono de 55.000 pesos (61 dólares) para quienes cobrasen la jubilación mínima, que hasta marzo era de 105.713 pesos (117 dólares), mientras que para quienes superaban esa cifra fue otorgada una ayuda económica que en total no podía superar la suma de 160.712 pesos (178 dólares).
Para marzo y abril, el Gobierno que preside Milei concedió un bono de hasta 70.000 pesos (78 dólares) para quienes perciben la jubilación mínima, que son la inmensa mayoría de los adultos mayores en Argentina.
Con los aumentos decretados por el Ejecutivo, la recomposición salarial de los jubilados es “del 62% en lo que va del año”, según el portavoz del presidente.
La inflación acumulada entre diciembre y marzo fue de 71,3%, habida cuenta de que los precios al consumidor aumentaron en enero 20,6%, y que en diciembre llegaron al 25,5%, el salto mensual más elevado de los últimos 33 años.
Desde que asumió la presidencia en diciembre, el Ejecutivo argentino lleva adelante un severo plan de ajuste que tiene por objetivo alcanzar el equilibrio fiscal, lo que ha llevado a una severa reducción del gasto público y a una licuación de los ingresos en un contexto de recesión.
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