Monterrey, Nuevo León-. Cada año se pierden vidas en nuestro estado y muchos grupos vulnerables sufren daños a su salud debido a la mala calidad del aire en la Zona Metropolitana de Monterrey. Para proteger el derecho a la salud de la población, el estado no puede seguir demorando la puesta en marcha de un protocolo de respuesta a contingencias atmosféricas, alineado a las normas y estándares nacionales, para bajar realmente las emisiones de las fuentes contaminantes que ocasionan la mala calidad del aire que daña la salud.
Los expertos coinciden en la urgente necesidad de tener campañas de sensibilización orientadas a la población, para clarificar la relación entre los padecimientos de salud y la contaminación atmosférica. Un primer paso indispensable es que los ciudadanos entiendan cómo reducir estos impactos, cómo protegerse y, además, que adopten las medidas necesarias que se tendrán que poner en marcha.
La Alianza del Aire Nuevo León convocó ayer a un Diálogo “Aprendizajes y Recomendaciones para Alertas Ambientales”, con la participación de Luis Manuel Guerra Garduño, Director del Instituto de Asistencia en Investigaciones Ecológicas, y de Horacio Riojas Rodríguez, Director de Salud Ambiental del Instituto Nacional de Salud Pública. Ambos expertos enfatizaron la necesidad apremiante de que el Gobierno de Nuevo León actualice el Programa de Respuesta a Contingencias Atmosféricas (PRCA), adoptando las nuevas normativas mexicanas y aplicándolo de manera efectiva en todos los sectores y en las principales fuentes emisoras.
Representantes de la Alianza del Aire sostuvieron previamente una reunión con los expertos invitados y una parte del Gabinete estatal responsable de la declaración de las contingencias atmosféricas y de la aplicación del PRCA. El propósito de la reunión fue realizar una solicitud urgente al Estado para crear el Comité Técnico encargado de la actualización del PRCA, tal como quedó establecido en el Plan Estatal de Desarrollo y el Plan Integral de Gestión Estratégica de la Calidad del Aire (PIGECA) vigente. Además de resaltar la importancia de que Nuevo León cuente con un sistema de comunicación efectiva que permita sensibilizar a la población sobre las condiciones del aire y los riesgos a su salud, y de avisar oportunamente cuando nos encontramos en fases de alerta o de contingencia.
De acuerdo con los expertos invitados, el Estado tiene muchas herramientas legales para poder avanzar de manera firme en la lucha por un aire limpio y la protección del derecho a la salud de sus habitantes. Sin embargo, ha habido pocas acciones que nos encaminan hacia ello. Se recomendó conocer el exitoso caso del PRCA de Medellín, de donde Nuevo León podría aprender mucho, en particular para la creación de este sistema efectivo de información a la población.
La Alianza del Aire está integrada por Ciudad en Común, Comité Ecológico Integral, Consejo Cívico, el Observatorio Ciudadano de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Monterrey (OCCAMM), Parque Ecológico Chipinque y Pueblo Bicicletero.
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