Río de Janeiro (Brasil).- Madonna, la reina del pop, ya está lista para reunir a más de un millón de personas en el concierto gratuito que ofrecerá este sábado por la noche en la playa de Copacabana y que pondrá punto y final a la gira con la que celebra sus 40 años en la música.
“De nuevo, la ciudad de Río es elegida para ser la sede de un evento histórico”, celebró el ayuntamiento en un video en las redes sociales, en que también pronostica un público de “1,5 millones de personas” y un impacto en la economía local de 300 millones de reales (casi 60 millones de dólares).
El concierto será totalmente gratuito (gracias al patrocinio del banco brasileño Itaú, que celebra así sus 100 años) y es la única parada en Sudamérica del The Celebration Tour, la gira en que Madonna repasa los grandes éxitos de sus cuatro décadas de carrera y que en los últimos meses la llevó a Europa, EEUU y México.
La cantante llegó a Río de Janeiro la mañana del 29 de abril en su jet privado y se dirigió directamente al hotel Copacabana Palace, donde ensaya todos los días y que está situado justo en frente de la franja de playa donde se montó el gigantesco escenario.
El hotel y el escenario están conectados por una pasarela elevada que permite que la cantante acceda a él sin tener que pisar la calle; la noche del jueves realizó una prueba de sonido que ya congregó a miles de fans, que se agolpan en los alrededores del hotel y en la playa desde hace días.
Debido a su ubicación en la playa y a la enorme expectativa de público el escenario es mucho mayor que el que ha usado en el resto de su gira, realizada en pabellones cerrados, nunca al aire libre: en esta ocasión mide 24 metros de ancho y 821 metros cuadrados.
El equipamiento que usará Madonna en su show pesa más de 270 toneladas y además de los recursos que ya se han visto en el resto de la gira, habrá algunas novedades.
Según se ha ido filtrando en la prensa local y en función de lo que se vio en el ensayo del jueves, está confirmada la presencia de la cantante y drag queen brasileña Pablo Vittar y de músicos de las escuelas de samba de Río.
También se espera la participación de la artista Anitta.
Los organizadores han dispuesto varias torres de sonido y pantallas gigantes a lo largo de la playa de Copacabana para facilitar la visión al público.
La magnitud del concierto ha obligado a las autoridades locales a montar un esquema de seguridad sólo comparable al que se ejecuta cada fin de año en la playa de Copacabana, cuyos fuegos artificiales lanzados desde el mar congregan a cientos de miles de personas.
Habrá 3.000 policías en las calles, una torre de control especial en una plaza contigua al escenario, decenas de drones, maquinaria de reconocimiento facial y bloqueos con controles de acceso al recinto del concierto en varias calles del barrio, para evitar que entren armas u objetos cortantes.
La logística también será importante: el tráfico en todo el barrio de Copacabana se cortará ya la tarde de este sábado y el metro funcionará hasta las cuatro de la madrugada.
Se han creado líneas de autobús específicas que desde la tarde transportarán al público desde una terminal de autobuses del centro hasta la playa, y la Marina abrió una lista de inscripción ante las decenas de embarcaciones que manifestaron interés en ver el concierto desde el mar.
El sector hotelero celebra el fuerte impacto del concierto en pleno mes de mayo, un mes de temporada baja: la asociación sectorial HotéisRIO informó que la ocupación en la ciudad supera el 83 por ciento, rozando el lleno total en Copacabana.
Según el ayuntamiento, se espera la llegada de más de 150.000 turistas, muchos de ellos procedentes del resto de Brasil, pero también de países vecinos como Chile y Argentina.
Ante la fuerte demanda que surgió cuando se confirmó el concierto de Madonna, compañías aéreas como Azul fletaron decenas de vuelos extra con destino Río de Janeiro.
Fuente:https://latamnews.lat/
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