Buenos Aires.- El presidente de Argentina, Javier Milei, atribuyó este viernes el encarecimiento del dólar en el país a un reacomodamiento de precios por el esquema fiscal y de regulaciones que rigen la economía.
“¿Estamos frente a un caso de apreciación cambiaria o a un caso de reacomodamiento de precios relativos donde Argentina es cara en dólares dada su estructura fiscal y regulatoria?”, cuestionó el mandatario en las redes sociales.
Al preguntarse si hay atraso cambiario en Argentina, el jefe de Estado destacó el superávit financiero que se registró el primer trimestre del año y la “base monetaria constante” que mantiene su gestión.
El líder de La Libertad Avanza (ultraderecha), que asumió su cargo en diciembre, destacó también la “brecha casi nula, con compra de reservas netas”, que hay entre la cotización oficial del dólar y su precio en el mercado informal, una diferencia que ronda el 20 por ciento.
Milei valoró también el “saneamiento del balance del Banco Central” a partir de la compra de dólares y el “levantamiento de restricciones en el mercado cambiario todos los días hasta que un día se termine de salir del cepo”, como se conoce a las numerosas limitaciones en el mercado de divisas para comprar dólares o para ingresarlos al país.
“Si bien es imposible conocer los parámetros profundos (preferencias, tecnología y dotaciones) para toda la humanidad en el presente y el futuro, por lo que sólo de casualidad un ser humano podría determinar el vector de precios de equilibrio y con ello hablar del desvío, al menos de corto podríamos preguntarnos si un cierto marco de política implica un sendero en dicha dirección”, comentó antes de destacar las variables macroeconómicas.
Cada mes, el Gobierno actualiza 2 por ciento la cotización oficial del dólar, lo que lleva a algunos analistas económicos a observar un retraso cambiario ante una inflación que, por más que se encuentre en descenso, en marzo fue de 11 por ciento.
El Gobierno argentino lleva adelante un severo plan de ajuste en una economía que muestra los primeros signos de recesión, y en un contexto en el que los salarios han perdido su poder adquisitivo por la inflación.
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