La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) lleva meses en espera de que el Gobierno de México apruebe 13 visas para sus agentes y analistas de inteligencia, confirmó este 7 de mayo Anne Milgram, directora de la agencia.
Al comparecer ante miembros del Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Milgram dijo que, para la DEA, es urgente que México apruebe el ingreso de esos agentes que ayudarían en las investigaciones sobre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación a los que la agencia responsabiliza por el tráfico masivo de fentanilo y otras drogas.
“Hemos estados esperado ocho meses por una visa y conocemos los costos de lo que significa eso en términos de lograr hacer nuestro trabajo”, apuntó Milgra tras ser interrogada por los miembros del Comité acerca de la relación de la DEA con las autoridades mexicanas.
“Cada año, Estados Unidos pierde más de 100.000 personas; así que el tiempo importa y no puedo hablar de manera suficiente sobre la urgencia y la importancia que tiene para nosotros tener a esos 13 agentes y analistas de inteligencia dentro del país”, afirmó Milgram en esta audiencia convocada para discutir el presupuesto de la agencia antidrogas para el año fiscal 2025.
Cuestionada insistentemente por el presidente del Comité, el republicano Hal Rogers, sobre si estaba complacida con la colaboración de México, Milgram reiteró que “se puede hacer mucho más trabajo” en la cooperación entre ambas naciones.
“Creo que se debe hacer mucho más trabajo con México de manera urgente para detener esta amenaza. Necesitamos más asistencia de manera global mientras combatimos esta amenaza”, dijo la directora de la DEA.
De acuerdo con Milgram, el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) son responsables de introducir millones de toneladas de fentanilo cada año a Estados Unidos.
“México juega un papel significativo y crítico en toda la cadena de suministro de esta droga, al importar precursores químicos, fabricar píldoras y toneladas de fentanilo en laboratorios y luego introducirlo a Estados Unidos, donde cada año mueren 100.000 personas por sobredosis relacionadas con la droga sintética”, dijo.
Cuestionada sobre la veracidad de la versión de que no había podido mantener una sola reunión con un funcionario mexicano desde junio de 2021, Milgram comentó que se reunió con el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, en el otoño de ese año, pero que después de eso no ha tenido más reuniones con funcionarios del Gobierno de México.
Milgram dijo que, a pesar de que México no entregado las visas para esos 13 agentes, la DEA tiene a más de 2.000 investigaciones abiertas sobre los dos cárteles mexicanos, sobre lavado de dinero, laboratorios de precursores químicos y sobre toda la cadena de suministro que, señaló, dominan estas dos organizaciones criminales.
También refirió a los congresistas que, según las autoridades sanitarias de su país, en 2022, 107.941 estadounidenses perdieron la vida por sobredosis asociadas con el fentanilo y que 42% de los estadounidenses conocen ya a alguien que ha muerto.
“Esta tragedia no ha perdonado a ciudades, suburbios, comunidades rurales o tierras tribales. El fentanilo está matando a todos los estadounidenses”, subrayó Milgram.
La relación del Gobierno de México con la DEA ha sido tensa desde el inició de la Administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. En enero de 2021, el Gobierno mexicano emitió nuevos lineamientos para la operación de agentes extranjeros, en los que se instruye a los servidores públicos mexicanos informar a las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Seguridad y Protección Ciudadana, sobre cualquier reunión, intercambio de información, llamadas telefónicas o comunicaciones que sostengan con agentes extranjeros acreditados en México, en otros países o en su país de origen.
También a solicitar autorización para cualquier reunión con estos agentes, entre otras medidas para acotar el trabajo de los agentes extranjeros.
Además, a inicios de este año, el presidente López Obrador atribuyó a agentes de la DEA las filtraciones a distintos medios de comunicación de información que indicaba que el mandatario habría recibido dinero del narcotráfico para sus campañas en 2006 y 2018.
Fuente:https://latamnews.lat/
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