Pese a que la candidata del oficialismo, Clara Brugada, sigue siendo la favorita, el aspirante de la coalición opositora Va por México, Santiago Taboada, ha venido recortando sostenidamente la diferencia, entusiasmando a sus seguidores que podría terminar con los casi 30 años ininterrumpidos de gobiernos de izquierda en la capital mexicana.
Esta semana, durante una de sus tradicionales mañaneras, el presidente Andrés Manuel López Obrador volvió a dirigir sus críticas a uno de sus blancos preferidos de los últimos meses: los habitantes de la Ciudad de México.
Exhibiendo una encuesta que arrojaba que la aprobación de su gestión era de un 77% a nivel nacional, el mandatario se detuvo para comentar sus números en la entidad más importante del país, centro del poder político y económico, y que él mismo gobernó como jefe de Gobierno a comienzo del siglo.
Intentando explicar por qué la capital era una de las entidades donde sus números de popularidad estaban entre los más bajos del país, López Obrador dijo que el otrora bastión progresista se había vuelto conservadora y sus habitantes habían caído presos de la desinformacion y el aspiracionismo, alejándose de los valores de solidaridad e igualdad.
“La gente de la Ciudad de México se ha ido volviendo conservadora, era [antes] una ciudad de vanguardia en lo político, siempre. Bueno, aquí me eligieron a pesar de haber nacido, con mucho orgullo, en Tabasco y siempre me han apoyado”, dijo López Obrador el pasado miércoles 8 de mayo. “Esta ciudad tan solidaria, tan fraterna, tan progresista también tiene el problema de que aquí es donde se concentran los medios de manipulación más importantes del país”, agregó.
Los comentarios de López Obrador, los más recientes contra una ciudad que ha sido desde el año 1997, en la primera elección donde el electorado pudo elegir directamente a su jefe de Gobierno, un bastión histórico de la izquierda, primero durante los gobiernos del partido PRD —incluyendo la propia gestión de López Obrador— y luego de Morena, el movimiento fundado por el mandatario tabasqueño y que en menos de 10 años ha capturado la gubernatura de 22 entidades.
Sin embargo, una innegable tensión entre el electorado capitalino y el propio presidente se ha venido desarrollando en los últimos años. Cabe recordar que fue en la Ciudad de México donde se han realizado las marchas más multitudinarias contra el presidente López Obrador, ya sea para protestar contra sus planes para dar de baja la construcción del aeropuerto de Texcoco, al inicio de su mandato, como para manifestar apoyo al INE. En el 2021, este alejamiento fue confirmado por el duro revés que sufrió Morena en las elecciones de medio término, donde la coalición opositora formada por el PAN-PRI-PRD le rebató 9 de las 16 alcaldías capitalinas, incluida tal vez la más importante, la Cuauhtémoc, e incluso se impuso sobre el partido gobernanente en total de votos.
Este fracaso, más llamativo incluso dada la fortaleza que había exhibido Morena en casi todas las elecciones que se había presentado en el resto del país tras el apabullante triunfo presidencial del 2018, amagó inicialmente en alterar los planes de Morena para la sucesión de Claudia Sheinbaum, con los dirigentes del partido guinda considerando seleccionado a un candidato que pudiese ser más atractivo para las clases medias y altas capitalinas, estratos que históricamente le han dado la espalda al presidente.
Sin embargo, pese a haber ganado las elecciones internas de Morena, ese perfil más moderado, personificado por quien había sido el secretario de Seguridad Ciudadana de la gestión Sheinbaum, Omar García Harfuch, fue finalmente desplazado como abanderado de Morena con el argumento de las cuotas de género y la candidatura para la jefatura de Gobierno terminó recayendo en Clara Brugada, las tres veces alcaldesa de Iztapalapa, el principal bastión morenista y una funcionaria con mejor relación con el presidente López Obrador.
“Morena apuesta por su base electoral y la oposición aprovecha errores de la gestión”
Con el antecedente del triunfo inesperado de las elecciones del 2021, los principales partidos de la oposición reeditaron para estos comicios su alianza y postularon para la CDMX al exalcalde de la demarcación Benito Juárez, el panista Santiago Taboada. Si bien era una cara desconocida para más de la mitad del electorado apenas hace solo unos meses, sostenidamente Taboada ha venido recortando la ventaja de Brugada, quien no ha podido replicar el dominio en las encuestas que su compañera de partido Claudia Sheinbaum ha exhibido para los comicios generales.
Esto ha provocado que muchos dentro de la coalición y sus partidarios se ilusionen con la posibilidad de una alternancia en la capital, especialmente tras una serie de sonadas crisis, incluyendo la falta de suministro de agua en algunas zonas de la ciudad, que han golpeado la gestión morenista en los últimos meses, provocando que muchos observadores afirmen que esta será la elección más reñida en 25 años.
“Creo que es indudable que Clara Brugada sigue siendo la favorita para ganar las elecciones, aunque esto sea más bien por la popularidad del propio presidente López Obrador y la máquina electoral bien aceitada de Morena en zonas como la propia Iztapalapa y el oriente de la Ciudad, que porque la candidata del oficialismo haya hecho una campaña ejemplar”, dijo a Sputnik el analista Maximiliano García, doctor en Ciencia Política egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Indudablemente, en el war room de Morena hicieron cálculos y, sondeos en mano, se dieron cuenta que posiblemente fuese una mejor estrategia apostar a la fidelización de su base electoral que intentar recuperar a esas clases más acomodadas y esos grupos que le dieron la espalda estos últimos años, no tanto por un rechazo a la gestión de Sheinbaum en la ciudad, que tuvo siempre buenos números de aprobación, sino a la propia figura del presidente”, añadió.
En ese sentido, García afirma que el momentum de la candidatura de Taboada se debe menos al atractivo del candidato, que en su visión no ha hecho demasiado para despegarse de la imagen de un político conservador clásico del PAN, y más por el desgaste inevitable después de años de gestión de la izquierda en la CDMX y en el aprovechamiento de polémicas recientes que el gobierno de la ciudad no ha sabido manejar.
“Por ejemplo, en los casos del agua contaminada, y la falta de agua, Taboada ha hecho mucho hincapié en eso, en cómo después de tantos años de gobierno, de controlar todos los niveles del poder, temas tan básicos como el suministro de agua no solo no han podido ser arreglados sino que han empeorado. Lo mismo con el transporte, no solo por el derrumbe de la Línea 12, un episodio que afectó fuertamente a la gestión de Sheinbaum, sino por la falta de mantenimiento e inversión en el metro, por ejemplo, que es algo que los chilangos resienten”, afirma.
“Y si bien el propio Taboada ha tenido flancos donde Morena ha podido atacar, acusándolo de formar parte de la trama conocida como el Cartel Inmobiliario, que involucró a numerosos dirigentes panistas siendo sobornados a cambio de aprobación de permisos de construcción, el insistir en la gestión del agua, en el transporte y en la inseguridad, la oposición ha logrado ir más allá del nucleo duro antilopezobradorista e interpelar a gente que simplemente no están conformes con el manejo de servicios básicos y quieren un cambio”, dijo, García.
Pese a esto, en su opinión, es poco probable que la oposición logra imponerse en estas elecciones, prediciendo un segundo gobierno de Morena y la continuación de la hegemonía de la izquierda en la capital mexicana.
“Creo que finalmente se impondrá el oficialismo, y aunque no será un triunfo arrollador como en las épocas de (Marcelo) Ebrard o (Miguel Ángel) Mancera, o incluso en la pasada elección del 2018, lo cierto es que la popularidad de López Obrador y la buena votación que hará Sheinbaum posiblemente blinden a Brugada, y Morena se salvará de perder el principal centro de poder del país”, concluyó.
Fuente:https://latamnews.lat/
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