Ciudad de México.- Al menos 26 policías antimotines mexicanos resultaron heridos por explosivos artesanales lanzados contra una barrera de seguridad que rodea el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo federal y residencia presidencial, en una protesta de estudiantes que exigen el esclarecimiento de la desaparición de 43 alumnos de la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa, ocurrida hace casi 10 años.
“Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, en siete ambulancias, atendieron a 26 uniformados que presentaban heridas en diferentes partes del cuerpo; 25 de ellos requirieron su traslado a un hospital debido a la gravedad de las lesiones, entre ellos tres mandos”, informó la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Los manifestantes protestaron por la decisión de una jueza federal, que el pasado 9 de mayo ordenó la libertad de ocho militares acusados por su papel en la desaparición de 43 estudiantes de la escuela de Ayotzinapa, localizada en el estado de Guerrero (sur), al cambiar la medida cautelar de prisión justificada por el beneficio de enfrentar su proceso en libertad condicional.
“Luego de realizar su expresión pública y de lanzar objetos, vallas, petardos, cohetones y algunas piezas del mobiliario, los manifestantes se retiraron del lugar”, detalló el breve reporte oficial de la cartera encargada de seguridad pública de la megalópolis.
El grupo policial, integrado por hombres y mujeres uniformados con trajes negros, portaban escudos, cascos y otros elementos de protección personal, y pertenecen a los agrupamientos Fuerza de Tarea y Ateneas.
Los manifestantes dijeron ser estudiantes de la escuela normal de magisterio que exigían una audiencia con López Obrador, para recibir información sobre las investigaciones antes de que finalice su mandato sexenal este año.
La protesta comenzó con un plantón frente al edificio histórico en la principal plaza del país, conocido como el Zócalo, rodeado por el Palacio Nacional y la catedral metropolitana.
La manifestación registró una escalada de violencia cuando los supuestos estudiantes, algunos de ellos con el rostro cubierto o encapuchados, lanzaron petardos caseros rodeados con metralla, que producen esquirlas al estallar.
Las esquirlas causaron heridas a los uniformados, y al menos tres de ellos sufrieron lesiones de consideración, según testimonios publicados por medios locales.
Según los vídeos difundidos en las redes sociales los manifestantes lanzaron, al menos, ocho cohetes artesanales contra la fachada de Palacio Nacional, que estallaron con estrépito.
Los ocho militares adscritos a la Secretaría de la Defensa Nacional continuarán en libertad su proceso, por el delito de “delincuencia organizada” en relación con el llamado caso Ayotzinapa.
El 6 de marzo pasado, un centenar de manifestantes derribó una puerta lateral de Palacio Nacional, para exigir una audiencia con el mandatario.
En casi 10 años del caso -que se cumplen el 27 de septiembre de este año-, sólo tres jóvenes han sido identificados mediante pruebas genéticas en huesos calcinados hallados cerca de la ciudad de Iguala, Guerrero (sur) donde ocurrieron los hechos.
La noche del 26 de septiembre de 2014, los alumnos que viajaban en cinco autobuses fueron atacados a balazos por patrullas de policías de cinco municipios en Iguala, Guerrero (sur), donde detuvieron a 43 estudiantes que los agentes entregaron al grupo criminal Guerreros Unidos, según la fiscalía mexicana.
Con la mencionada resolución judicial ningún militar relacionado con el caso Ayotzinapa está en prisión.
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