Ciudad de México.- El Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos (Acnudh) conmemora este miércoles los siete años del asesinato a manos de narcotraficantes del periodista mexicano Javier Valdez, cronista de los efectos del crimen organizado en la sociedad, corresponsal del periódico La Jornada y fundador del semanario Ríodoce de Sinaloa.
“El 15 de mayo de 2017 México perdió una de sus plumas más carismáticas y contundentes, Javier Valdez, periodista renombrado, cuya voz fue silenciada por las balas a plena luz del día en las calles de Culiacán, Sinaloa (noroeste)”, escribe en un obituario el representante adjunto de Acnudh en México, Jesús Peña Palacios.
La oficina permanente del organismo internacional en el país latinoamericano señala que durante la actual administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha documentado “el asesinato, en posible relación con su labor, de al menos 47 personas periodistas y trabajadores de medios desde 2019 hasta la fecha”.
El objetivo de esa instancia de ONU es visibilizar la importancia de la labor periodística.
“No existe una sola respuesta para mejorar la situación, por lo que se requieren políticas públicas integrales que garanticen un entorno seguro y propicio para el periodismo”, lamenta Peña Palacios.
Fortalecer la protección de los periodistas implica el respaldo de la sociedad, y reconocer la invaluable contribución a la democracia y la verdad que hacen los comunicadores, señala el texto.
“El panorama en el que trabajan los periodistas en México debe ser motivo de preocupación y acción para la sociedad, debemos este compromiso a quienes han dado sus vidas informando, así como a sus familias”, señala el representante del Acnudh.
Los periodistas se enfrentan a “actores poderosos, enemigos declarados o invisibles, que se alimentan de la impunidad, la corrupción”, agravado por la apatía de amplios sectores de la sociedad, prosigue el representante.
Los comunicadores trabajan a menudo en condiciones precarias y deben luchar contra la “falta de reconocimiento a su labor y la desconfianza que fomenta la desinformación”.
Esta situación es especialmente difícil para quienes cubren temas relacionados con el crimen organizado o la corrupción.
En la actualidad, cientos de periodistas viven con medidas de protección en el país norteamericaano y decenas se han desplazado forzadamente, tratando de reconstruir sus vidas lejos de sus seres queridos.
Desde la adopción en 2018 de un Protocolo Homologado de Investigación de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, la creación de una Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra de la Libertad de Expresión ha aumentado de manera significativa el número de judicializaciones, sentencias y otras resoluciones.
Sin embargo “la impunidad sigue siendo el principal reto en la mayoría de los asesinatos”, lamenta el jefe de la oficina permanente de Acnudh, abierta desde 2001 por un acuerdo bilateral.
El organismo mundial acompaña el caso del asesinato observando audiencias judiciales, manteniendo la interlocución con autoridades, asesorando a la familia y colaborando con agencias de las Naciones Unidas y otros aliados en la creación del Premio Miroslava Breach – Javier Valdez sobre Periodismo y Derechos Humanos.
Fuente:https://latamnews.lat/
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