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¿PAN, MC o un nuevo partido político?: los posibles caminos de Xóchitl Gálvez tras perder elección

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José Jarquín

Corresponsal en México

Xóchitl Gálvez, quien buscó la presidencia de México junto con los partidos opositores Acción Nacional y Revolucionario Institucional, tiene ante sí la posibilidad de capitalizar el apoyo que recibió en las urnas el pasado 2 de junio. ¿Cuáles son los posibles escenarios que se pueden vislumbrar para la excandidata?

En una entrevista que Xóchitl Gálvez ofreció días después de su derrota electoral el pasado 2 de junio, la ahora senadora habló sobre el apoyo ciudadano que su candidatura obtuvo y dijo que realizaría una gira de agradecimiento por el país.

“Lo que tiene que entender la sociedad civil es que no solo se tiene que activar de vez en cuando, creo que el gran reto que viene es ese para mí, cómo seguimos trabajando en esa agenda ciudadana”, aseguró.

Gálvez logró amasar un relevante respaldo social a lo largo de su campaña. El pasado 19 de mayo, previo al tercer debate presidencial, 95.000 personas acudieron al Zócalo como muestra de apoyo para su candidatura, además, la movilización se replicó en distintos puntos del país. En las urnas, obtuvo un total de 16.502.697 votos.

En la misma entrevista, la abanderada opositora descartó además alejarse de la vida política de México.

¿Seguirá cercana al PAN?

Los recientes resultados electorales también trajeron consigo una reconfiguración de la política en México.

Previo a los dos triunfos de Morena en las elecciones de 2018, los partidos que predominaban en la escena pública nacional eran el PAN, el PRI y el PRD. En 2012, el Congreso de la Unión estaba integrado en su mayoría por estos partidos, siendo el Revolucionario Institucional el que más presencia tenía. De dicho partido también había emanado el entonces presidente, Enrique Peña Nieto, y los gobernadores de 18 entidades. Acción Nacional gobernaba en siete estados y el PRD, en cinco.

Doce años después, Morena y sus aliados gobiernan en 24 entidades del país, mantienen la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en el Senado están a dos curules de obtenerla. También mantienen la Presidencia.

La oposición, en cambio, redujo considerablemente su presencia en el país. En el Congreso de la Unión no les será posible frenar las reformas e incluso los cambios constitucionales que pueda presentar el Gobierno en turno. En cuanto a gubernaturas, Acción Nacional retiene solo cuatro y el Revolucionario Institucional dos. El PRD se perfila a perder su registro a nivel nacional.

Frente a esta coyuntura, Xóchitl Gálvez tiene ante sí el reto de encontrar una plataforma política que le permita capitalizar la simpatía que obtuvo durante el periodo electoral.

Para el doctor Benjamín Gutiérrez Márquez, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, es posible que la ahora senadora se mantenga cercana a Acción Nacional, siempre y cuando se renueve la dirigencia nacional del partido.

“Siento que si queda otra vez el grupo de Marko Cortés al frente del PAN entonces sí sería un poco más dudoso que Gálvez siguiera con ellos, así que creo que eso sería lo primero que habría que tomar en cuenta; que siga por ejemplo con el PRI me parece muy dudoso”, señaló Gutiérrez Márquez en entrevista con Sputnik.

En días pasados, Cortés descartó renunciar al cargo y dijo que respetaría los tiempos legales para la renovación de la dirigencia. Al interior del PAN han surgido voces que exigen hacer un ejercicio de autocrítica y de renovación frente a los resultados electorales obtenidos.

En las recientes entrevistas que ofreció a medios, Gálvez habló sobre los desencuentros que tuvo con el actual presidente nacional del PAN. Por ejemplo, relató que Cortés le reclamó por haber llamado a Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, para felicitarla por su triunfo en las urnas.

“Si no hay un ánimo del propio partido de transformar en buena medida sus bases, su estructura e incluso la posibilidad de modificar los cuerpos directivos me parece que va a ser difícil que ella encuentre ahí un espacio de lucha, de seguir figurando con algún liderazgo político y el hecho de que esté más bien presentándose como una opción ciudadana, me parece que la aleja todavía un poco más de este intento”, consideró Maximiliano García Guzmán, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en entrevista con Sputnik.

Si bien Xóchitl Gálvez llegó al Senado gracias a Acción Nacional, ella no milita en el partido. Desde su campaña se enfocó en posicionarse como una “candidata ciudadana” y trató de marcar distancia con los partidos que la abanderaron. La entonces candidata argumentó que fue postulada gracias al millón de firmas de respaldo que obtuvo.

Otro escenario plausible es que el PAN se fragmente. Gutiérrez Márquez señaló para Sputnik que pueden surgir dos líneas ideológicas del partido, una más apegada al centro-derecha y otra de extrema derecha.

“En ese sentido, creo que Xóchil Gálvez estaría más en ese movimiento liberal, en, digamos, en el aspecto del centro-derecha”, consideró.

Por su parte, el doctor García Guzmán considera que el verdadero reto que deberá enfrentar Gálvez es el de separarse de los partidos que la postularon a la Presidencia.

Incluso, el especialista Gutiérrez Márquez descarta un acercamiento de la excandidata con MC, la tercera opción política en la escena actual. “Como ha sido Movimiento Ciudadano, como ha sido Dante Delgado (líder nacional del partido), y lo que más les importa es sobrevivir, en este caso creo que preferirían ellos entenderse de alguna manera con Morena y ser funcionales para el partido mayoritario; no veo en estos momentos que les pueda convenir al partido naranja es ser el vehículo para una nueva aspiración política de social Gálvez”.

Hacia un nuevo partido

Otra opción en el panorama político próximo es la conformación de un nuevo partido. De acuerdo con la Ley General de Partidos Políticos, una organización de ciudadanos que pretenda constituirse como partido a nivel nacional deberá informar de tal propósito al INE en el mes de enero del año siguiente a la elección presidencial.

Además, debe cumplir con ciertos requisitos como realizar asambleas en por lo menos 20 entidades y que a estas acudan 3.000 afiliados por estado.

Aunque la dirigencia del PRD aún pugna ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para mantener su registro, su todavía dirigente, Jesús Zambrano, ha expresado las intenciones de comenzar “un nuevo ciclo”. El Revolucionario Institucional cuenta con aproximadamente 980.000 militantes a nivel nacional.

“Si tuviera éxito la tentativa de formar un nuevo partido con base en lo que se ha denominado como la Marea Rosa, lo que queda del PRD y gente que no quedó conforme con la manera como los partidos más tradicionales manejaron la candidatura de Gálvez entonces me parece que sí, allí podría haber una oportunidad”, consideró el doctor Gutiérrez Márquez.

La Marea Rosa se autodefine como un movimiento social surgido como una alternativa ciudadana ante la inconformidad con el actual Gobierno. Aunque sus dirigencias aseguraron recientemente en un desplegado que su intención no es formar un partido político, también se ha planteado la posibilidad de que algunos de sus integrantes busquen aprender tal proyecto.

Sin embargo, para el analista García Guzmán esta posibilidad luce más distante. En primer lugar, predisponiendo un escenario en el que Gálvez pueda encabezar este intento, destaca que el apoyo que la excandidata recibió en las pasadas elecciones no puede traducirse directamente como un respaldo a su figura, sino que también se puede entender como un rechazo a la actual Administración.

“Generó cierto apoyo porque fue la opción que la oposición eligió para competir, pero no necesariamente significa que sea la voz más autorizada o que en automático se convierta en la líder de un movimiento que va a buscar ponerse a las políticas de próximo gobierno, entonces me parece que ya tendrá que reforzar en buena medida ese liderazgo”, sostuvo.

Por otra parte, el especialista destaca que para la consolidación de un partido político nacional que pueda destacar en la escena pública se requiere un arduo trabajo territorial, es decir, la formación de estructuras a nivel local de respaldo y la capacidad de diálogo y comunicación con los distintos sectores del país.

Al respecto, menciona el caso de Ricardo Anaya, excandidato presidencial que compitió contra el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. Tras su derrota, decidió irse a Estados Unidos acusando persecución política en su contra, por lo que perdió la capacidad de asumir un liderazgo.

“Aquí me parece que ella podría aprender mucho de lo que el propio presidente en su momento hizo para construir este partido que ahora es Morena, que implicó mucho trabajo directo con la ciudadanía y ella podría en alguna medida replicar esa estrategia”, concluyó. Sputnik

Fuente:https://latamnews.lat/

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