Ciudad de México.- El Grupo Carso, propiedad del magnate Carlos Slim, el empresario más rico de México, anunció este viernes la adquisición de la totalidad de la compañía productora de hidrocarburos PetroBal Operaciones Upstream, valuada en 530 millones de dólares.
“A través de su filial Zamajal, Grupo Carso cumplió con las condiciones estipuladas y obtuvo las autorizaciones regulatorias correspondientes para la compra de la firma, que pertenecía a Grupo Bal”, dice el anuncio oficial presentado al mercado mexicano de valores.
El anuncio de que la transacción fue cerrada por completo fue hecha en un evento público en la Bolsa Mexicana de Valores, después de que la intención de adquisición se presentó desde diciembre pasado.
La adquisición de PetroBal, propiedad de la millonaria familia Baillères, se hace a través de la firma Zamajal, dedicada al negocio petrolero dentro del conglomerado de Slim.
PetroBal vende a Carso el 50 por ciento de su participación en los campos petroleros Ichalkil y Pokoch, ubicados frente a las costas del estado de Campeche (sureste), bajo el contrato con la Comisión Nacional de Hidrocarburos firmado en 2015.
CRECE INVERSIÓN PETROLERA DE SLIM
Más de una década después de la apertura del sector energético a la inversión privada y extranjera, en 2013, el conglomerado de Carlos Slim se convierte en un competidor muy activo en el mercado petrolero.
Antes de la actual administración de Andrés Manuel López Obrador que llega a su fin, Slim sólo poseía dos campos petroleros adquiridos en las subastas abiertas tras la reforma energética que puso fin al monopolio estatal en el sector energético que duró ocho décadas.
Los campos petroleros Ichalki y Pokoch, localizados bajo el lecho marino del Golfo de México, reportan una producción promedio de 10.350 barriles diarios de petróleo crudo en 2023, una caída de 14 por ciento anual.
Esos campos fueron los primeros reservorios de hidrocarburos fósiles que comenzaron a producir tras la apertura del sector a privados.
López Obrador anunció la semana pasada que Slim estaba interesado en ser parte de la explotación del campo Lakach, un activo productor de gas que la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex ) no ha logrado desarrollar desde hace más de una década, que recién fue abandonado por la estadounidense New Fortress Energy.
La firma petrolera de Grupo Carso también adquirió el 49 por ciento de la petrolera estadounidense Talos Energy y de un porcentaje menor de Wintershall Dea, que tenían la participación mayoritaria en el campo petrolero Zama, que se mantuvo en disputa durante la gestión de López Obrador, considerado el más prometedor de la industria petrolera privada.
La producción petrolera mexicana al cierre de 2023 ascendió a 1,8 millones de barriles diarios, de los cuales el 30 por ciento provienen de campos nuevos y el restante de campos maduros, en su gran mayoría bajo control de Pemex. (Sputnik)
Fuente:https://latamnews.lat/
eitmedia.mx