El maestro sale de viaje de Carlos Brassel
Un maestro sale en búsqueda de los doce discípulos que desarrollarán las doce herramientas para acrecentar tu potencial interno.
Aunque solemos vivir rodeados de muchas personas, conocidas y desconocidas, la única convivencia permanente es con nosotros mismos. Con frecuencia nos envuelve el barullo, el ajetreo cotidiano y descuidamos la relación interna, casi la rehuimos; no nos damos tiempo para cerrar los ojos, los oídos, y encerrarnos en el encuentro con nuestra persona.
En El maestro sale de viaje quien “sale” a descubrir todo su potencial eres tú mismo. Del autor de Las mejores técnicas para hablar en público, está obra será el complemento ideal, único, del método que comenzó en aquel libro.
La filosofía de House
¿Sería mejor leer menos y ver más televisión? ¿House es un maestro de la filosofía occidental o simplemente un perfecto sangrón?
El doctor Gregory House es el antihéroe más desafiante y complejo en toda la historia de la televisión, pero ¿existe algo más que materia gris y ego para este genio engreído?
Esta obra analiza la serie Dr. House con el fin de explicar sus bases filosóficas y la conducta extravagante de su protagonista gruñón. Se trata de un personaje compuesto por pedazos de Sherlock Homes, Sócrates, Nietzsche y la retórica taoísta, y no es tan retorcido como uno creería. La filosofía de House fascinará a los devotos de este genio misántropo y su equipo en el Hospital Princeton-Plainsboro.
Correr: más barato que la terapia
Una celebración del pasatiempo-ejercicio-actividad que siempre te hace sentir mejor. Aborda cada aspecto de la vida de los corredores consumados y de los principiantes, de todas las cosas ocultas y aquellas que los corredores amamos/odiamos de “patear el concreto”. No podrían faltar los datos curiosos, los maratones más raros y maravillosos alrededor del mundo, los consejos fáciles de llevar a cabo y los testimonios de diversos corredores y de cómo salir a mover las piernas les cambió la vida.
Este brillante libro será apreciado por los corredores, los triatletas y los aficionados que saben de la alegría que da aguantar un poco más cada vez. Pero también aquellos que ahora mismo no corren ni un metro: te vas a convencer de ponerte los tenis y comenzar a intentarlo.
