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Milei niega que vaya a devaluar la moneda en medio de la creciente incertidumbre cambiaria

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Juan Lehmann

El dólar paralelo tocó su récord nominal histórico y acumula un alza del 11,6% en un mes frente a un tipo de cambio oficial que trepó apenas 2% desde diciembre. Ante rumores sobre las presiones devaluatorias –y tras la desmentida del ministro de Economía Luis Caputo– el presidente tildó de ‘imbéciles’ a quienes advierten por el atraso cambiario.

El riesgo de una devaluación volvió a ser motivo de preocupación en Argentina. La creciente brecha entre el dólar oficial y las cotizaciones paralelas comenzó a sembrar dudas sobre la sostenibilidad del tipo de cambio, que desde diciembre sube a un ritmo del 2% mensual, frente a una inflación acumulada del 115,6%.

La incertidumbre en torno al respaldo político al programa económico del Gobierno –reflejado en la dilación de tiempos para la sanción de la ley Ómnibus, la Carta Magna del Poder Ejecutivo enviada al Congreso a inicios de año– se trasladó directamente a los mercados.

El dólar blue –paralelo ilegal– subió 2,6% este martes 25 de junio y cerró en $1.365, su récord nominal histórico, acumulando un alza del 11,4% en lo que va del mes. Por su parte, las cotizaciones financieras como el MEP (Mercado Electrónico de Pagos) o el Contado con Liquidación orbitan en torno a los $1.310. La brecha cambiaria respecto al dólar oficial –anclado en $927,50– ascendió al 41%, sembrando alertas sobre la sostenibilidad del tipo de cambio.

Tras la devaluación inicial del Gobierno, que llevó al dólar oficial de $400 a $800, las cotizaciones paralelas se habían mantenido relativamente estables. Sin embargo, la especulación de los agroexportadores –reticentes a liquidar la mayor parte de la cosecha–, sumada a la política de tasas de interés reales negativas, comenzaron a ejercer presión sobre la divisa.

Frente a las dudas de los mercados –trasladadas a la plaza bursátil, donde el Riesgo País volvió a superar los 1.400 puntos básicos, encendiendo una luz de alerta–, el ministro de Economía Luis Caputo aseguró en sus redes sociales que “no hay ninguna devaluación prevista” y que se mantendrá el crawling peg -suba administrada del tipo de cambio- del 2% mensual, aún cuando la inflación sea superior.

En el mismo sentido, el propio presidente Milei se refirió a los crecientes rumores en medio de su gira por República Checa. En declaraciones radiales, el mandatario tildó de “imbéciles” a quienes sostienen que “el tipo de cambio está atrasado y que hay que devaluar”.

En este punto cobran relevancia las advertencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el cual el país mantiene un acuerdo desde el 2022 para refinanciar el pago del fallido crédito firmado por Mauricio Macri (2015-2019) por 44.000 millones de dólares.

El organismo de crédito viene alertando sobre la necesidad de eliminar el esquema cambiario de “80/20” diseñado para agroexportadores. El denominado “dólar blend” permite a las empresas vender el 20% de sus ingresos en dólares en el mercado financiero y liquidar el 80% restante a tipo de cambio oficial. Según afirmó Caputo, “el 80/20 se mantiene y el Fondo NO tiene problema con esto”.

La voz de alerta

“El mercado parece haber encontrado un piso para el valor del dólar: los actores financieros se han situado en una base bastante elevada, y por ahora no parece que vaya a bajar”, dijo a Sputnik el analista financiero Christian Buteler.

Según el experto, la principal preocupación por el virtual impacto de una devaluación remite a la estructura económica nacional: “Argentina es un país bimonetario, por lo que todo lo que suceda con el dólar tiene su correlato en los precios. La principal incógnita es si, de haber un salto cambiario, esto puede repercutir en la inflación”.

La advertencia del especialista toca una fibra sensible en el oficialismo. El mayor logro de gestión del Gobierno de Milei remite al sendero descendente en materia del incremento de precios: tras el salto devaluatorio de diciembre de 2023 –cuando la inflación mensual registró un inflamable 25,5%– se inició un paulatino declive del indicador, que llegó al 4,2% en mayo.

Sin embargo, la disminución de la inflación no supone una panacea en sí misma. Consultado acerca de la recesión económica disparada, y sobre la posibilidad de un repunte inmediato, Buteler consideró que “muchos de los sectores industriales que habían mejorado en marzo ya volvieron a caer, y todavía la posibilidad de una recuperación inmediata es muy lejana. Todos los indicadores muestran que falta mucho camino por recorrer”.

El Fondo de la cuestión

Como auditor externo de la economía argentina –y prestamista en última instancia–, el rol del Fondo Monetario Internacional resulta insoslayable a la hora de pensar un respaldo al programa del Gobierno. Tras la aprobación del desembolso por 800 millones de dólares –tras la aprobación de la octava revisión del acuerdo firmado en 2022 por Alberto Fernández (2019-2023)–, el ministro Caputo deslizó el interés de la administración Milei por concretar un nuevo crédito.

“La relación con el FMI va a depender del cumplimiento de las metas previstas. La expectativa está puesta, principalmente, sobre la estabilidad monetaria y sobre cuál es el piso de la actividad económica, que son variables que preocupan al organismo”, apuntó Buteler.

En relación a las tensiones suscitadas en torno a la posibilidad de una devaluación como condición necesaria para la concreción de un nuevo acuerdo, el especialista consideró que “el Fondo no va a ponerse en contra del país. Si bien puede haber divergencias, tanto las autoridades argentinas como las del organismo comparten una versión ortodoxa de la economía, y eso es relevante”.

Fuente:https://latamnews.lat/

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