París.- Las autoridades francesas financiarán el arranque de viñedos de Burdeos debido a que los viticultores no pueden vender sus productos, lo que afecta unas 1.000 hectáreas, informó la prefectura del departamento de Gironda, situado en el sudoeste del país.
La prefectura abrió una convocatoria para que los viticultores soliciten una compensación del Estado francés para arrancar los viñedos, de esta manera, se planea arrancar hasta 1.000 hectáreas de viñedos. El comunicado indica que las solicitudes se aceptarán hasta el 31 de marzo de 2025.
Según la prefectura, el pasado mes de noviembre las autoridades recibieron solicitudes para arrancar 800 hectáreas de viñedos, en medio de una crisis de los viticultores en la región.
Por cada hectárea arrancada, las autoridades pagarán 6.000 euros, y, en total, destinarán al menos 30 millones de euros en dos años a subvencionar estas ayudas.
El gasto podría ascender a 38 millones de euros “si fuera necesario”, añadió la prefectura.
En la primavera boreal, los viticultores de Burdeos protagonizaron protestas durante semanas contra la venta de sus vinos a precios extremadamente bajos y bloquearon los almacenes de los grandes distribuidores, donde una botella de vino promocional se vendía a 1,89 euros.
Según los productores, un barril de 900 litros de vino se vendía por 700 euros, cuando el precio objetivo del productor era de 1.300 a 1.400 euros. Esto hacía que la producción no fuera rentable.
El verano pasado, los viticultores franceses experimentaron un descenso de las ventas, lo que provocó la acumulación de un excedente de producto.
Las indemnizaciones del Ministerio de Agricultura francés por el arranque de viñedos y la destrucción del vino, a las que accedieron unos 1.000 viticultores de Burdeos, ascendieron a unos 200 millones de euros. (Sputnik)
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