En una noche que marcó el regreso de una de las voces más emblemáticas de la música, Céline Dion dejó una impresión imborrable en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024. A pesar de las limitaciones impuestas por el síndrome de la persona rígida, la cantante canadiense logró encantar al mundo desde el emblemático primer piso de la Torre Eiffel, interpretando con maestría el clásico “Hymne à l’amour” de Édith Piaf.
El regreso de Dion a los escenarios, después de una pausa prolongada debido a su estado de salud, fue uno de los momentos más esperados del evento. La actuación de la artista, enmarcada por un despliegue de luces y bajo una lluvia que realzaba el espectáculo, se convirtió en el punto culminante de una ceremonia de casi cuatro horas que se celebró a lo largo del río Sena.
Céline Dion, quien se había visto obligada a cancelar su gira mundial “Courage World Tour” en 2023 debido a complicaciones de su enfermedad, demostró que aún tiene una presencia escénica formidable. Su intervención, aunque breve, fue recibida con una ovación de pie que celebró tanto su talento como su resiliencia. La elección del “Hymne à l’amour” no solo rindió homenaje a Piaf, sino que también evocó un profundo sentido de conexión con la cultura francesa.
La magia no solo se quedó en la inigualable puesta de escena, ya que la cantante lució un espectacular diseño de Dior adornado con perlas y flecos, contribuyó a la magia del momento. A lo largo del evento, la cantante mostró una emotividad palpable, reflejando su anhelo de regresar a los escenarios y la alegría de estar en su elemento
La presentación, que se estima costó alrededor de 2 millones de dólares, no solo simbolizó el regreso de Dion a la música, sino también su incansable lucha contra el síndrome de la persona rígida
Por: Abril Ledesma- eitmedia.mx
Foto: @celinedion / https://x.com/Olympics