La diputada veracruzana contenderá este 11 de agosto por la dirigencia del PRI en las elecciones internas y será la única que competirá contra el actual presidente, Alejandro “Alito” Moreno. La abogada de 40 años habló con Sputnik sobre sus planes para renovar al partido.
Considerado durante el siglo XX el gran partido hegemónico, habiendo gobernado el país ininterrumpidamente tras la finalización de la Revolución Mexicana y hasta el año 2000, el PRI no ha tenido una fácil transición hacia el nuevo siglo.
Tras perder las elecciones presidenciales en ese año, los dos sucesivos sexenios del PAN hicieron creer a muchos que la época del PRI como la fuerza más importante de México había llegado a su fin, reflejo tanto de un desgaste del propio partido, las sucesivas crisis económicas que golpearon a sus gobiernos en la década de los 90, así como de un deseo entre la ciudadanía de modernización de la vida política.
El partido tricolor logró regresar al poder con el triunfo de Enrique Peña Nieto, un político joven y mediático que prometió una gestión tecnocrática que volvería a insertar a México en el mundo, sin embargo, concluyó su mandato con niveles de aprobación históricamente bajos y un sinfín de escándalos de corrupción, lo cual hirió severamente la imagen del partido.
En los últimos 5 años, luego de la arrolladora fuerza electoral con la que Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena llegaron al poder, el PRI ha perdido gubernaturas de forma constante —pasó de tener 12 a solo 2 entre el 2020 y el 2024— y se ha convertido en una presencia cada vez más minoritaria en el Congreso.
Incluso, el PRI se ha presentado desde el 2021 en la mayoría de las elecciones a lo largo del país como parte de una coalición junto al PRD —una escisión izquierdista del partido— y su histórico rival, el PAN, con resultados que en la mayoría de los casos han sido decepcionantes, incluyendo los reciente comicios presidenciales de junio, donde la candidata de la alianza, la senadora por el PAN, Xóchitl Gálvez, perdió abrumadoramente contra la abanderada morenista, Claudia Sheinbaum.
Es en este complejo contexto, señalado por varios analistas como el punto más bajo en el que se ha encontrado el partido en su historia, que el PRI buscará este 11 de agosto renovar su dirigencia nacional, en una contienda que enfrenta al actual presidente Alejandro “Alito” Moreno, quien recientemente impulsó una polémica modificación de los estatutos partidarios eliminando la prohibición de la reelección, con la diputada veracruzana Lorena Piñón, que cuenta con una larga trayectoria en el partido y ha ocupado distintos cargos durante la gestión de Moreno al frente del tricolor.
Crisis del PRI, por asociación con EPN
La legisladora Piñón afirmó, en diálogo con Sputnik que la militancia del tricolor “no se sintió identificada” con la opositora Xóchitl Gálvez, esto por el hecho de que la entonces candidata no formaba parte del partido
“Nosotros lo que necesitamos ahora, entre otras cosas, es posicionarnos como lo que hemos sido siempre, que es ser un partido de centro-izquierda y ser claros al respecto”, afirmó.
Para la diputada, el mal desempeño de la alianza conformada por el PRI en las elecciones de junio es el resultado no de malas decisiones tomadas por la actual cúpula del partido, a la que evita criticar aduciendo que es importante mantener la “unidad” de cara al futuro, sino que es producto de una crisis que comenzó cuando el candidato panista Vicente Fox derrotó al abanderado priista Francisco Labastida en los comicios presidenciales del 2000.
La diputada recuerda que, en 2012, el partido logró reponerse con la victoria de Enrique Peña Nieto, sin embargo, asegura que el entonces mandatario se rodeó de funcionarios y gobernadores “que traicionaron la confianza del partido”. Algunos de ellos fueron encarcelados en años recientes, siendo algunos de los casos más sonados el de Javier Duarte, exgobernador del estado de Veracruz, y Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“El gran problema para el PRI, además de quedar asociados a esa gestión, es que su dirigencia no señaló lo que estaba pasando, no denunció, no hizo nada. En lugar de poner en lo más alto al nombre del partido, (el gobierno de Peña Nieto) fue una gran vergüenza. Nosotros lo tenemos que reconocer. Y esa gente, que por suerte la mayoría ya no está en el partido, son los que nos quieren dar clases de moral y critican a la actual dirigencia”, señala Piñón.
Se requiere “una fumigación”
Por ello, la abogada y legisladora, que en los últimos años fungió además como secretaria de Gestión Social del PRI y del Comité Estatal Directivo en Veracruz, le dijo a Sputnik que hizo caso omiso a los llamados de figuras y exdirigentes del PRI de boicotear estas elecciones internas en rechazo a las ambiciones reeleccionistas de Moreno, argumentando que el tricolor es demasiado importante como para extinguirse, pero afirma que “hay que fumigar”
“Si bien vivimos en un país que acaba de elegir a una mujer como presidenta, aún nos faltan muchos techos de cristal por romper. Y creo que las críticas que he recibido por presentarme a presidir el partido tienen que ver con el hecho de ser joven y mujer. Y precisamente eso está en el centro de mi programa de renovación”, dice.
Si bien, varios críticos de la actual dirigencia han señalado que la mayoría de los 600 miembros del Consejo Político Nacional del PRI —el órgano encargado de votar para elegir a las nuevas autoridades— responden directamente a “Alito” Moreno y que su reelección está asegurada, Piñón aseguró a Sputnik que se siente optimista sobre sus oportunidades de poder ganar los comicios internos y dar comienzo a una nueva era en el partido.
“Yo amo a este partido, participo de él desde que mi abuela era seccionalista y me llevaba a las reuniones. Ahora convocan a elecciones y nuevamente participo. Pero no porque estoy enojada con Alejandro, simplemente soy una militante más que levanta su mano para ayudar a renovar el PRI. Sí, creo que hay que limpiar la casa, pero especialmente de aquellos que lo único que hacen es criticar y en el medio no participen en los mítines, no salen a la calle, no hacen campaña”, señala.
En ese sentido, y en relación al futuro de la coalición electoral con el PAN (el PRD ya no podrá participar, al perder su registro tras no alcanzar el 3% de los votos en los últimos comicios), Piñón asegura que no impondrá su opinión sobre si el tricolor debe continuar con la alianza o volver a presentarse independientemente, y que eso es algo es algo que debe decidir la militancia del partido.
“Todos los pasos a seguir de aquí en adelante tienen que ser discutidos y votados, pero seremos nosotros los militantes los que tendremos la palabra final, no la gente de afuera. Si el PRI se debe seguir llamando así, si los colores tienen que cambiarse, todo. En lo particular, a mí me gusta que el PRI tenga sus colores, y creo que debe mantener su nombre, no se lo cambiaría. Pero lo que necesitamos no es solo apostar por la renovación sino por una revolución. Así que todo será analizado”, concluye.
Fuente:https://noticiaslatam.lat/
Foto: Tomada de https://x.com/lorenapignon_
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