Para esta hora
Cada uno de los episodios legales habrá terminado. Tanto para la elección nacional de presidencia como en la municipal de Monterrey.
Los elementos presentados, para impugnar casillas o boletas, condiciones de equidad o supuestos usos de personal oficial, son infundados.
Mariana Rodríguez volverá a usar las arcas estatales. Deslizar frente a los fotoperiodistas a los infantes del centro capullos. Mostrarla como la mujer falsamente piadosa. Preocupada por dejar huella en la siguiente generación de miserables organizados.
Adrián de la Garza al regreso a la alcaldía. Ocupará el tiempo en limpiar toda relación de la fugaz administración del sonorense Luis Donaldo Colosio Riojas, ahora senador de minoría. La aplanadora de MORENA y sus partidos satélites, el PT y PVEM.
En cuestión de horas, Claudia Sheinbaum recibirá la constancia de Presidente electa por el periodo de 2023 al 2029.
Toda la marea rosa, como se autodenominan los disidentes, la cofradía de la ex candidata Xóchitl Gálvez, anuliacionistas y enloquecidos disidentes de la democracia.
A ellos, sin excepción, les han lavado el cerebro, exfoliado y sanforizado con el argumento de la sobrerrepresentación de MORENA. Tan pronto olvidaron el mayoriteo cuando fungieron como gobierno. Solo les invirtieron la misma medida.
No lo hacen por la democracia. Tratan de obtener un pedazo del pastel presupuestario. Sobrevivir en el clima más adverso de todos. Donde el clientelismo de los miserables de la tierra les puso freno. Toda visión viaja del centro al sur.
Adrián llegará raspado a la alcaldía. Sin posibilidades reales de pelear la gubernatura en el 2027. Claudia, con el gabinete ampliado destapado, despertará temprano. Como su mentor.
Desde ahí dirigirá la agenda nacional. Luego, como estos seis años, se irá irónicamente feliz a desayunar.