Ciudad de México.- Defensores de derechos humanos lamentaron el lunes la muerte del sacerdote católico Isaías Ramírez González, desaparecido desde el 15 de agosto cuando fue visto por última vez en Guadalajara, capital del estado de Jalisco, oeste de México.
“Con profundo pesar nos unimos a la pena por la pérdida del padre Isaías Ramírez González por su desaparición y hallazgo sin vida, nos llena de indignación y tristeza”, publicó en la red social X el colectivo Defensores de los Derechos humanos y Buscadores de Personas Desaparecidas de Jalisco.
La noche del domingo, el cardenal mexicano, Francisco Robles Ortega confirmó la noticia del fallecimiento del religioso.
“Es alarmante que la violencia ya afecte a los líderes espirituales, nuestras condolencias y pésame a la familia”, dice el comunicado del colectivo que busca a personas desaparecidas.
La Fiscalía del Estado, en colaboración con agentes de la cartera de Seguridad Pública de Jalisco, efectivos de Guardia Nacional y policías de Protección Civil locales hallaron el cuerpo sin vida del sacerdote, junto a su camioneta, desbarrancada en un puente del municipio de Zapotlanejo.
“Con tristeza, hemos recibido la noticia de que fue encontrado su cuerpo sin vida”, dijo el cardenal.
La jerarquía de la Iglesia Católica espera que las autoridades correspondientes señalen las causas de su deceso.
El sacerdote era originario de Jalisco pero pertenecía a la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas, en el sureste del país, fronterizo con Guatemala.
El religioso estaba asignado a una iglesia ubicada en la colonia Jardín de los Poetas de la ciudad de Guadalajara, segunda del país.
En Chiapas, el sacerdote había sufrido tres infartos al corazón y padecía problemas psicológicos.
“Vino a tratarse un problema en el corazón y psicológico; también atendía a su madre que está enferma”, y también se encargaba del cuidado de su progenitora, dijo el cardenal Robles Ortega.
En el estado de Jalisco, centro-oeste del país, ha habido dos sacerdotes asesinados, pero no desaparecidos, recordó el cardenal.
“Lo más cercano de este tipo de hechos es en la diócesis de Zamora, donde hace años desapareció un sacerdote y nunca más se supo de él”, dijo el jerarca católico.
Mencionó otros dos casos de secuestro de religiosos en los municipios de Autlán y San Juan de los Lagos, pero en ambos casos las víctimas fueron liberadas por sus captores.
El asesinato más reciente de un sacerdote ocurrió en 2018 en Tlajomulco, Jalisco. (Sputnik)
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