París.- La detención del fundador de Telegram, Pável Dúrov, no tiene precedentes en Francia, declaró a RIA Nóvosti el abogado penalista francés David Libeskind.
“Es el primer caso cuando en el país detienen a un director de la red social con 900 millones de usuarios. Su detención es la única en la historia del país, (…) no tiene precedentes”, dijo el abogado.
Asimismo recordó que durante las protestas de ‘los chalecos amarillos’ en 2018 el presidente de Francia, Emmanuel Macron, citó a Mark Zuckerberg, director ejecutivo de la empresa Meta (prohibida en Rusia por extremista), por el hecho de que los llamamientos a las protestas provinieron de su red social. Sin embargo, Zuckerberg no fue detenido.
El motivo de la detención de Dúrov, continuó, “por no hablar de los delitos penales, es la negativa a cooperar con el juez de instrucción con la proporción del acceso a las cuentas de los usuarios (de Telegram) para que se continúe la investigación contra los sospechosos”.
Al mismo tiempo, añadió el abogado, las sospechas de un total de 12 delitos, que varían del tráfico de drogas a la pornografía infantil, son “simplemente grotescas” y “ridículas” porque en Francia, como en muchos otros países, la responsabilidad penal es personal y no puede recaer en más que en la persona que participa directamente o es cómplice de los delitos.
En este situación, Dúrov “no puede considerarse un cómplice porque simplemente dirigía una red social con 900 millones de usuarios”, recalcó Libeskind.
Dúrov, que tiene pasaportes de Rusia, San Cristóbal y Nieves, Emiratos Árabes Unidos y Francia, fue puesto bajo custodia después de ser detenido en el aeropuerto Le Bourget, cerca de París, el 24 de agosto.
Todavía no le han presentado cargos formales, pero su detención policial fue extendida hasta el 28 de agosto.
Los cargos imputados a Dúrov, según la Fiscalía de París, incluyen la negativa a presentar, a petición de las autoridades, la información o documentos necesarios para realizar intercepciones permitidas por la ley; la complicidad en la administración de una plataforma en línea para posibilitar transacciones ilegales en un grupo organizado; la complicidad en la posesión y distribución de imágenes pornográficas de menores, así como en la adquisición, transporte, posesión o venta de drogas; y blanqueo de dinero, entre otros delitos.
Según la prensa francesa, el fundador de Telegram se enfrenta a hasta 20 años de prisión.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso envió a París una nota reclamando el acceso consular al detenido.
Por su parte, el equipo de Telegram aseguró que la plataforma cumple con las leyes de la UE y calificó de absurdo responsabilizar a su fundador y propietario del uso indebido de este servicio de mensajería instantánea. (Sputnik)
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