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América Latina enfrenta el riesgo de una epidemia por viruela del mono

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Lucía Barrios

Montevideo (Mesa Américas), 29 ago (Sputnik).- América Latina podría enfrentar una epidemia de viruela del mono (mpox) debido a la falta de acceso a vacunas, advirtieron especialistas en diálogo con la Agencia Sputnik.

Hasta ahora, la región ha registrado una importante cantidad de casos de la enfermedad en 2022, pero ninguno corresponde a la nueva variante (o clado) que ha motivado la declaratoria de emergencia sanitaria por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Sin embargo, los especialistas consultados por esta agencia advirtieron que el riesgo actual en la región se centra en la posible llegada de la nueva versión, el clado 1B, que ya ha sido reportada en Europa, Asia y África.

“Ya se sospecha de casos en la región, aunque felizmente han sido descartados hasta ahora. No ha habido una confirmación de casos todavía correspondientes a la nueva variante, pero es algo que puede ocurrir en los próximos días y semanas. (…) Es posible que se vuelva a presentar una epidemia por cualquiera de los clados”, dijo a la Agencia Sputnik el epidemiólogo colombiano Alfonso Rodriguez-Morales, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero.

Rodriguez-Morales instó a Latinoamérica a estar “muy atenta” a la evolución de la nueva variante en Europa, ya que un aumento de casos en ese continente podría significar la llegada inminente de la enfermedad a la región.

“Para América Latina es crucial investigar sobre esta condición, hacer la debida educación, por un lado a la comunidad, a la sociedad en general, pero también al personal de salud en diferentes instancias, justamente para que se haga un diagnóstico correcto y oportuno”, añadió.

En la misma línea, el epidemiólogo boliviano Virgilio Prieto dijo a la Agencia Sputnik que se podría desencadenar un “brote” o “epidemia” en la región, que solo podrá ser “controlado” si los gobiernos mantienen la “alerta”.

“El riesgo es que la epidemia se propague mundialmente, ya que en menos de 24 horas cualquier persona puede llegar a cualquier parte del mundo y diseminar la enfermedad. Por eso, la vigilancia y la notificación inmediata de casos son esenciales,” afirmó Prieto, docente en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

El experto alertó que la situación es “muy difícil” debido a que la región no tiene acceso a una vacuna.

Asimismo, el internista infectólogo colombiano, Ernesto Martínez Buitrago, instó a todos los países latinoamericanos a “prepararse” mediante vigilancia en puertos de entrada, detección temprana y comunicación comunitaria.

“Todos los países deben estar listos para la posible entrada de esta nueva variante. No solo Colombia y Latinoamérica están vulnerables, es un riesgo a nivel global con un potencial importante número de casos, afortunadamente con bajo impacto en salud individual y en riesgo de muerte”, afirmó Martínez Buitrago, profesor asociado de la Universidad del Valle y expresidente de la Asociación Colombiana de Infectología.

El especialista consideró que es necesario un “gran esfuerzo” en la comunicación comunitaria, el entrenamiento y capacitación de los trabajadores de la salud y aumentar la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios. Además instó a los países a adquirir vacunas y tratamientos específicos para proteger a las poblaciones más vulnerables.

El 14 de agosto, la OMS declaró el brote de viruela del mono como emergencia sanitaria internacional, indicando que el número de casos registrados este año ya supera los niveles de 2023. La organización también alertó que esta enfermedad “no recibió la atención adecuada en África” y que ahora una nueva cepa “sexualmente transmisible” se ha propagado.

En lo que va del año el organismo sanitario mundial registra más de 15.600 casos de pacientes y 537 muertes, cifras superiores ya a las totales registradas el año pasado.

Varios otros países, entre ellos China, el Reino Unido, Ecuador, Sudáfrica, introdujeron una serie de medidas para evitar la propagación de la infección, como la compra de vacunas, el control sanitario fronterizo, las pruebas a las personas con síntomas y la higienización de los cargamentos procedentes de los países donde se ha registrado la epidemia.

QUÉ ES

La enfermedad es causada por un orthopoxvirus (género vírico de poxvirus incluyendo muchas especies aisladas de mamíferos no humanos) y fue detectada por primera vez en humanos en 1970 en el Congo. Actualmente se considera endémica en África central y occidental.

Rodriguez-Morales explicó que es una enfermedad infecciosa viral que tiene diferentes formas de transmisión, especialmente a través del contacto estrecho piel con piel.

Sin embargo, el contagio también puede ocurrir por el contacto con lesiones, especialmente las que han evolucionado hacia formas “purulentas”, agregó.

“Es una enfermedad que complica principalmente a las personas con defensas bajas, inmunosuprimidos o aquellos con enfermedades preexistentes, como las personas que viven con VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida). En estos casos, puede llevar a complicaciones graves como la encefalitis e, incluso, a un desenlace fatal,” afirmó.

Por su parte, Martínez Buitrago consideró que será fácil confundir la enfermedad con otras como la varicela, herpes, impétigo, por lo que los médicos deberán aprender a distinguirla.

La viruela del mono es una rara enfermedad zoonótica –es decir, puede transmitirse entre animales y seres humanos– con síntomas de fiebre, dolor de cabeza y muscular, inflamación en los ganglios linfáticos, escalofríos, agotamiento, así como erupciones y pústulas en manos y cara.

La transmisión se produce por contacto estrecho con una persona contagiada, un animal portador u objetos contaminados.

Actualmente, el virus se divide en dos clados o ramas: una responsable del brote en 2022 y otra del brote actual. Las diferencias entre ambas variantes radican principalmente en que el clado más reciente tiene una mayor capacidad de transmisión.

UNA SITUACIÓN “DIFERENTE”

La declaración de emergencia de la OMS representa una “situación epidemiológica diferente” a la que se vivió en los últimos dos años, tanto a nivel global como en Latinoamérica, advirtió Martínez Buitrago.

“La actual emergencia se debe a otro clado o variante, la 1B, que ha sido endémica en la República Democrática del Congo (RDC) durante varias décadas. En los últimos meses, este clado ha provocado un aumento significativo de casos en ese país, afectando también a las naciones vecinas, lo que llevó a la OMS a declarar la emergencia. Esta variante se transmite más ampliamente a la población general y afecta a personas de todas las edades, incluidos niños. Sin embargo, su curso es menos severo, con baja letalidad,” explicó.

Actualmente se considera que la gran mayoría de la población mundial es susceptible a la viruela del mono con la excepción de aquellos que fueron vacunados durante los últimos dos años, especialmente aquellos con un perfil alto de riesgo de transmisión sexual, agregó.

“Aquellos que fueron vacunados hasta la década del 1970 contra la viruela humana o viruela mayor tendrán alguna protección, pero será muy reducida y probablemente poco efectiva”, dijo el especialista colombiano.

El 15 de agosto, Roger Kamba, el ministro de Salud Pública de la RDC comunicó que se habían registrado 15.664 casos potenciales del virus y 548 muertes asociadas en lo que va de 2024.

Por su parte, la agencia Europa Press, citando al Ministerio de Sanidad español, informó que España tiene la mayor incidencia de la viruela del mono en el continente europeo desde que comenzó el brote en 2022.

Según los datos publicados por el Instituto de Salud Carlos III, a España le siguen Francia (4.272 casos) y Reino Unido (3.866).

VACUNACIÓN

Con respecto a este tema, la disponibilidad de vacunas es limitada y las estrategias de vacunación se enfocan en poblaciones de riesgo en lugar de una vacunación masiva, advirtieron Rodriguez-Morales y Pietro.

“La disponibilidad de vacunas en la región es bastante limitada debido a múltiples factores, incluyendo la escasa producción y el número limitado de dosis. Este es un tema que se está discutiendo en el contexto de la necesidad particular de proteger a las poblaciones de riesgo, que podrían desarrollar complicaciones y desenlaces fatales,” dijo Rodriguez-Morales.

Mientras que Prieto destacó la necesidad de movilizarse para asegurar la producción de una vacuna y subrayó la importancia de los medios de comunicación en la promoción de la salud pública.

“Cada región debe solicitar a los entes internacionales analizar la posibilidad de la producción masiva de una vacuna. América Latina tiene que estar moviéndose para conseguir una”, agregó.

COVID-19

Sobre las lecciones que dejó el covid-19 en América Latina sobre sus sistemas sanitarios, los especialistas tuvieron opiniones diferentes.

Rodriguez-Morales consideró que la pandemia del covid-19 fortaleció la capacidad de respuesta de los sistemas de salud en la región, mejorando la vigilancia epidemiológica y la preparación para enfrentar brotes como el de la viruela del mono.

“La pandemia mejoró significativamente las capacidades de respuesta de los sistemas de salud, incluyendo la vigilancia epidemiológica, molecular y genómica. Ya enfrentamos una epidemia en 2022 por mpox, lo que nos permite estar mejor preparados para enfrentar el clado 1B,” indicó.

Prieto, sin embargo, mencionó que aunque se han aprendido lecciones del COVID-19, aún existen desafíos significativos debido a la falta de infraestructura, equipamiento y capacitación en el área de salud pública.

“Las condiciones que tenemos no son óptimas para enfrentar una pandemia en términos de infraestructura, equipamiento y capacitación de profesionales. Nos faltan especialistas en áreas como terapia intensiva y otras,” advirtió.

El epidemiólogo boliviano aseguró que los gobiernos deben entender que han “descuidado mucho” la salud pública. (Sputnik)

Fuente:https://noticiaslatam.lat/

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