La misa dominical
A la misma hora. Celebraron dos para todo el país. El fuego de quienes dan la despedida a Andrés Manuel desde la Plaza Mayor. Timbre a la felicidad. Bastón de mando para restaurar la confianza en la Presidenta, Presidenta, Presidenta.
Aplauso de por medio. El equilibrio vuelve al lugar de partida. Más de dos horas de monologo. De los 35 millones de familias, 30 reciben algún estimulo directo del gobierno federal.
AMLO preguntó de cortesía sobre la presidenta del poder Judicial. Fuera Piña exhalaron la turba de crucificantes.
Los otros paseantes, defensores del Poder Judicial, rondaron en la CDMX y en muchas de las capitales de los estados. Preocupados por las negociaciones a partir de hoy. En el Honorable Congreso de la Unión y en el Senado.
La rebelión de los jurisconsultos no es por la independencia sino por el excesivo costo y productividad de los 12 ministros. Cada uno de ellos funciona como lobistas de los interesados en modificaciones a favor. En generar precedentes de las medidas y su constitucionalidad.
Aquí van acompañando los estudiantes. Alineados o alienados. Cada uno conoce mejor los motivos de marchar. Exigen el respeto al tercer poder. Los nubla la ambición de crecer al amparo de las prebendas de la corte.
En la misa legal conservadora de los trabajadores de la impartición de justicia, la culpa caerá sobre la ministra presidente Piña.
La aplanadora social los observa con desprecio. El ancho de la población detesta la perdida de tiempo o sus interpretaciones facciosas de la ley. La constitución por seis años ha sido violentada por el Poder Judicial.
Saldrán muchos de ellos por la puerta trasera de la historia. Avergonzados. Ya perdieron su fuero exoficio. Ahora serán los simples aprendices de un sistema devorador.