Adiós traidor
Apenas el 19 de junio del presente año. Acción Nacional describía en un comunicado lo siguiente: Los Comités Ejecutivo Nacional del PAN y el Directivo Estatal de Veracruz denunciaron la persecución política contra el senador electo Miguel Ángel Yunes y su familia por parte de la gobernadora electa Rocío Nahle, mediante acusaciones falsas, difamaciones, artimañas legales, violando claramente el Estado de Derecho y el uso de la Fiscalía para perseguir y amedrentar a opositores.
Los presidentes Marko Cortés Mendoza y Federico Salomón Molina demandaron a Rocío Nahle y a su jefe López Obrador que ya pare esta persecución, porque está incurriendo en abuso de autoridad y violando claramente la ley, al declarar que intervendrá ante la Fiscalía General del Estado para evitar que el senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez rinda protesta de su cargo y al pedir se reactive el proceso penal en su contra para proceder a detenerlo.
Las dirigencias nacional y estatal en Veracruz consideran que esta declaración es más que un abuso y encierra toda una visión autoritaria del ejercicio del gobierno y es una violación al estado de Derecho, ya que una gobernadora electa de ninguna manera puede dictar instrucciones al Fiscal, que se supone tiene autonomía.
Sin embargo, la historia de este día detalla que el Partido Acción Nacional a través de la Comisión Permanente Nacional anunció la expulsión de Miguel Ángel Yunes Linares, Miguel Ángel Yunes Márquez y Natividad Díaz, en el contexto de la aprobación de la reforma al Poder Judicial.
Así qué, por más que Miguel Ángel Yunes Linares grite a los cuatro vientos de que todo lo hizo en base aún análisis de su parte y el presidente y la presidenta electa señalen que no hubo dinero de por medio y mucho menos presiones hacia la familia Yunes Linares y Márquez por quiénes curiosamente pesaban una infinidad de acusaciones de las que el mismo partido azul estaba enterado. Ha sido expulsado del PAN.
No obstante, hay quiénes piensan que los antecedentes y las acusaciones por actos de lavado de dinero, daños patrimoniales, delincuencia organizada, enriquecimiento ilícito, peculado, red de pederastia y de corrupción van a desaparecer de todo juzgado, salas administrativas y demás. Así que el voto 86 por la Reforma Judicial lamentablemente quedo en manos de una familia veracruzana que en su afán de librar todo caso de culpabilidad y limpiar su deteriorada imagen. Prefirió mejor optar por dar un voto de alta “traición” como han considerado cientos de mexicanos al igual que los partidos políticos de oposición que buscarán ahora detenerla hasta en Cortes Internacionales.