Ciudad de México.- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, negó este miércoles que haya existido alguna negociación con el senador opositor Miguel Ángel Yunes Márquez a cambio del último voto que el oficialismo necesitaba para completar la mayoría calificada requerida para aprobar en la madrugada una reforma constitucional del Poder Judicial.
“No se negoció nada absolutamente, nada con él. Es un político y consideró que era conveniente actuar de esa manera, y no necesariamente estaba a cambio una cantidad de dinero o una amenaza “, dijo el jefe del Ejecutivo en conferencia de prensa.
El senador del opositor Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) por el estado de Veracruz (sureste), solicitó licencia la mañana del martes esgrimiendo problemas de salud en las vértebras cervicales, y designó asistir a la sesión del pleno a su padre y suplente, Miguel Ángel Yunes Linares, exgobernador de la misma entidad (2013-2018).
“Él es fuerte, yo lo he enfrentado y no es de los que se deja amedrentar, no, fue una decisión política”, dijo López Obrador en un extenso intercambio de preguntas sobre el tema.
El gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados necesitaban de un voto para completar la mayoría calificada de 86 sufragios que la ley mexicana establece para la aprobación de cambios a la Constitución.
López Obrador ha calificado en numerosas ocasiones al padre del senador como un político corrupto, desafió a los opositores a comprobar que hubo algún acuerdo secreto, y sólo indicó que hubo conversaciones del senador del PAN con el jefe de la bancada oficialista, Adán Augusto López, quien fue ministro del Interior en su mandato.
El exgobernador y suplente debutó ante el pleno de la nueva legislatura elegida en junio pasado que inauguró trabajos este mes de septiembre, para protagonizar un intercambio de descalificaciones con el jefe de la bancada del PAN, Marko Cortés, que lo llamó “traidor”.
Los partidos de oposición denunciaron presiones y acoso del oficialismo mediante acusaciones de fiscalías locales para forzar a algunos de sus legisladores a sumarse a la coalición gobernante.
López Obrador descartó que los Yunes, padre e hijo, se incorporen a las filas oficialistas, como sí lo hicieron dos representantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda), quienes dejaron esa formación que perdió su registro federal, pero obtuvo dos curules senatoriales y otros cargos locales en el país.
“Una golondrina no hace verano y no se les está invitando a Morena, ellos son muy corruptos, y muy ladrones”, zanjó el gobernante y fundador de ese partido en 2014.
Finalmente, el gobernante saliente -cuyo mandato sexenal finaliza el último día de septiembre- dijo que las diferencias con el exgobernador permanecen.
“Tengo diferencias con él, notorias, como tengo diferencias con muchos otros, pero siempre en la política hay que optar entre inconvenientes, buscar el equilibrio entre la eficacia y los principios”, puntualizó.
Indicó que las suspicacias surgen en las filas opositoras, sin tener pruebas.
“Los conservadores y sus voceros creen que somos iguales a ellos, les podría decir que no hablé con Yunes (Linares), ni con su hijo”, zanjó.
López Obrador envió la iniciativa de reforma al Poder Judicial como parte de un paquete de 20 cambios a la Constitución, entre otras medidas, para elegir por voto popular a los magistrados de las máximas cortes y a 1.600 jueces federales. (Sputnik)
Fuente:https://noticiaslatam.lat/
Foto: Tomada de https://x.com/MYunesMarquez
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