Ciudad de México.- México expresó el lunes a la ONU su preocupación por la debilidad de la democracia y la fortaleza del extremismo en un mensaje de la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, durante un evento de alto nivel del 79 periodo de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Observamos con gran preocupación cómo las democracias se debilitan, mientras que los movimientos y corrientes extremistas ganan fuerza y terreno, pero ya no a partir de movimientos armados, sino por la judicialización de la política y por las noticias falsas”, dijo la canciller mexicana.
En el evento de alto nivel titulado “En defensa de la democracia. Luchando contra el extremismo”, Bárcena saludó las participaciones de los presidentes de Brasil, Lula da Silva, y de España, Pedro Sánchez.
“Es la democracia la que está en peligro, pero no la democracia en general; es la democracia neoliberal y, con ella, está en crisis el progresismo”, agregó la encargada de la diplomacia mexicana.
Ese sentimiento crece en los pueblos, porque “los Gobiernos han fallado en brindar a la gente la satisfacción de sus necesidades básicas, y no hemos sido capaces de garantizar a todas y a todos una prosperidad compartida”, afirmó.
Sostuvo que la ciudadanía cada vez se siente menos representada por sus gobernantes y con menos poder de incidencia en el modelo económico y en la toma de decisiones.
“Ese vaciamiento democrático se ha convertido en un cascarón de principios e instituciones, entramados legales, que se ha alejado del ejercicio del poder por y para el pueblo”, prosiguió Bárcena.
LECCIONES MEXICANAS
La canciller mexicana expuso algunas lecciones aprendidas en su país en los últimos seis años.
En primer lugar, apuntó que democracia e igualdad “son dos caras de la misma moneda”, y la experiencia mexicana muestra la necesidad de dotar de nuevo de contenido a la democracia.
“En México lo hemos hecho, la transformación del modelo económico concentrador, extractivista y desigualador; y lograr una revolución de las conciencias”, aseguró la diplomática que, en segundo lugar, propuso “recuperar el papel del Estado”.
Cualquier acción de Gobierno debe estar destinada, a “garantizar derechos, a desmantelar privilegios, privilegios que niegan derechos”.
Los Gobiernos deben estar logrando realmente mayor igualdad, honestidad, solidaridad y responsabilidad por el bien común, prosiguió.
“Por eso, nosotros en México hablamos de humanismo mexicano como una ruta hacia una sociedad justa, igualitaria y fraterna”, expuso.
Esos mecanismos suponen la participación social en las decisiones, con figuras de plebiscito, referéndum, consulta popular, que deberían usarse con convicción y frecuencia.
“Eso nos permitiría tomar el pulso y escuchar la voz de los ciudadanos en aspectos cruciales del proyecto y rumbo de la nación, y no cada vez que entra un nuevo Gobierno, deberíamos hacerlo constantemente y dar voz y agencia a todas y a todos”, propuso.
Los programas sociales buscan corregir la mala distribución del ingreso, eliminando intermediarios, asegurando apoyos más sustantivos a personas mayores, a mujeres, a agricultores; a recuperar la tierra, sus insumos básicos, y aumentar el salario mínimo.
Criticó a quienes han asustado con el fantasma de que aumentar el salario mínimo va a ser un impacto en la inflación.
“Mentira, mentira, por lo tanto, y también nos han dicho que la obra pública o la inversión pública atenta contra el mercado, es mentira, también”, subrayó.
Por último, dijo que se debe mejorar la comunicación e interlocución entre Gobierno y el pueblo.
“Todos ustedes conocen las (conferencias de prensa) mañaneras de Andrés Manuel López Obrador, porque él todos los días a las siete de la mañana está con los medios de comunicación, y él fija la agenda de los comunicadores”, reseñó.
Recomendó además un “programa maravilloso” en esas conferencias de prensa mañaneras, que se llama “Quién es quién en las mentiras”.
Lo que hace el presidente es “desentrañar, visibilizar, publicar las noticias falsas y las compara con la verdad”.
Finalmente recordó que el país norteamericano vive una “transición de sueño”, porque Claudia Sheinbaum representa ese mismo proyecto político, y será la primera mujer presidenta mexicana en 200 años. (Sputnik)
Fuente:https://noticiaslatam.lat/
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