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Aumentan lluvias la producción agrícola en Nuevo León para 2024 y 2025

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Las lluvias registradas en Nuevo León a lo largo de 2023, impulsadas por la tormenta tropical Alberto en junio y las precipitaciones de los meses posteriores, están generando un panorama optimista para la agricultura en el estado. Según estimaciones del Consejo Agropecuario de Nuevo León (CEA-NL), presidido por Eladio González Peraza, se espera un aumento en la producción agrícola tanto en 2024 como en 2025, superando las cifras de este año.

El CEA-NL proyecta que la producción agrícola total en 2024 alcanzará 764,719 toneladas, lo que representaría un crecimiento del 6.6% en comparación con las 717,188 toneladas de 2023. Esto significa un incremento de 47,531 toneladas, derivado principalmente de las mejores condiciones hídricas que han beneficiado a las principales regiones productoras del estado, como Galeana, General Terán, Montemorelos, Cadereyta y Aramberri.

Productos clave en el crecimiento agrícola

Entre los cultivos que más han contribuido al aumento de la producción destacan la cebolla, que presentó un crecimiento impresionante de 1,000.5%, pasando de 400 toneladas en 2023 a 4,600 toneladas en 2024. Este incremento se debe a la recuperación del suelo gracias a las lluvias, permitiendo un aumento significativo en la superficie cosechada. La alfalfa también experimentó un crecimiento del 3.4%, con un volumen total de 121,423 toneladas, mientras que la avena forrajera en verde aumentó 351.9%, alcanzando 4,185 toneladas.

Otros cultivos importantes que registraron incrementos fueron la naranja, con una subida del 1.8% al llegar a 182,068 toneladas, y el tomate rojo, que experimentó un crecimiento del 373.7%, alcanzando 1,800 toneladas.

Contraste con el año anterior

Eladio González Peraza destacó que la situación para los agricultores en 2024 es mucho más favorable que en 2023, un año marcado por la sequía. Durante los primeros meses del año pasado, muchos productores se vieron obligados a adelantar sus cosechas para mitigar las pérdidas ocasionadas por la falta de lluvias. Sin embargo, las precipitaciones registradas a partir de mayo y la llegada de la tormenta tropical Alberto en junio cambiaron este panorama, permitiendo que el suelo absorbiera agua suficiente para mejorar las condiciones de cultivo.

“La tierra sigue captando agua incluso a finales de agosto y septiembre, lo que nos ha permitido pronosticar mejores rendimientos en los próximos años”, señaló González Peraza. No obstante, subrayó la necesidad de seguir gestionando adecuadamente el recurso hídrico para garantizar la sostenibilidad de la agricultura en la región.

Perspectivas a futuro

De cara a 2025, las proyecciones apuntan a que el volumen de producción agrícola podría incluso superar las cifras esperadas para 2024, siempre y cuando las condiciones climáticas continúen siendo favorables. Este crecimiento es crucial no solo para la economía local, sino también para la seguridad alimentaria de Nuevo León.

El CEA-NL advierte que la agricultura en la entidad sigue siendo altamente dependiente de los ciclos de lluvias, lo que hace esencial una correcta gestión del agua para asegurar el desarrollo sostenible del sector agrícola en el estado.

Especial-eitmedia.mx